¿Y si mi blog tiene aspiraciones comerciales?


¿Y si mi blog tiene aspiraciones comerciales?


Mientras escribía la segunda entrega del curso "Blogger desde cero", confirmé que las excepciones son tan importantes como las reglas. Y que todos los planes tienen sentido si guardan en sí mismos la posibilidad de la ruptura. Querés saber por qué, me permito suponer. Agarrate que vienen curvas. Tenés por delante uno de esos post indefinibles y desmesurados en los que te invito a pensar sobre las acciones más cotidianas del bloguear para darle sentido. 

Para suscriptores desmesurados:


En la quinta ficha del curso, vas a encontrar un método práctico y simple para definir tu tema. Es el mismo método que podrías utilizar para generar el esbozo de una tesis de investigación o para definir el contexto específico de tu emprendimiento comercial offline. Y en términos generales, son tres pasos que pasamos por alto habitualmente por esa pereza laxa e indefinible que nos mantiene en nuestra zona de confort. Sin embargo, vencer la abulia reflexiva puede hacer la diferencia entre escribir un blog con sentido y tener otro más de los millones de blog que pululan en las altas esferas virtuales. Si te anotaste en el curso, entonces es porque realmente sentís curiosidad por la forma en la cual el lenguaje puede hacer de tu blog un espacio diferente. Tu espacio. En consecuencia,  agendá la lectura. Guardala para ese momento en el que tenés quince minutos de paz mental y entre sorbo y sorbo de café, andá pensando en tu blog y su estructura primaria: cuál es tu pasión y cuáles son tus objetivos.

Pereza mental.


La semana pasada, estaba conversando con Clau -mi mejor amiga y socia- sobre cómo me siento actualmente respecto a mi profesión. Una de esas charlas de mujeres en la cual -mientras no estás masticando productos altamente calóricos- divagás sobre cómo y en qué momento, una de tus pasiones elementales se transforma en una rutina agotadora y agobiante. Un trabajo sin mayor estímulo que el sueldo a fin de mes. Mi amiga es una mujer práctica y el sueldo a fin de mes le parece suficiente estímulo para seguir adelante. Independientemente del contexto, y las oportunidades de desarrollo personal que le ofrezca su tarea diaria, continúa sin cuestionárselo porque trabajar no es su vida, trabajar le financia la vida (textuales palabras). La admiro por esa lucidez pragmática tan propia de ella. Para mí, el trabajo cotidiano sin pasión es una proyección del mito de Sísifo. En general, cualquier proyecto que deja de desafiarme es un proyecto para el cual me abandona la motivación. Soy incapaz de separar la pasión del propósito.  Para mí, un sueldo nunca va a ser un propósito.  Supongo que si me viera sola y con la necesidad de criar a mi hijo, todo este discurso sobre pasiones y motivaciones se transformaría en un rollito bien guardado en un cajón. Pero aún en ese caso, el propósito que me impulsaría en mi imaginario verbal no sería el dinero en sí mismo sino el bienestar de mi hijo. 

Obviamente toda esta conversación tenía lugar con un contexto  y con una finalidad. Estábamos en plena discusión sobre transformar nuestra Ciruela en un emprendimiento virtual y rentable. Por aquello del reto de no-marido y las posibilidades de ganarse la vida con un blog. Tengo la fortuna de contar con una red de contención sólida y estaba segura de contar con su apoyo sea cual sea la idea que le proponga. Ahora, yo misma necesito enfocar y definir el proyecto porque no se puede embarcar a una amiga en un viaje sin rumbo ni destino. Por ese motivo, el ejercicio que propongo en la ficha, es el que estamos aplicando para comenzar a darle forma al blog de Ciruela y transformarlo en el inicio de un emprendimiento online. Estoy segura que no va a ser fácil, va a requerir inversión -aunque no contamos con esos márgenes- y existen muchas probabilidades de no lograr nada. Pero también existe la probabilidad de construir un espacio con sentido, visible y que, además, nos genere ingresos.  

Este mundo Blogger...


Para Clau, Blogger es un universo ancho y ajeno.  Si yo no escribiera un blog, no tendría idea de lo que es o qué finalidad tienen. De hecho, dada su visión aristotélica del mundo, es probable que no le encuentre demasiado sentido a la actividad bloguera y no me lo diga por todo el respeto que nos tenemos mutuamente. Confió en mi palabra respecto a la potencialidad de obtener beneficios pero para ella aún es una idea abstracta y sin contundencia. De hecho, para mí también lo sería sino creyera fervientemente en la posibilidad. Porque quiero creer. Porque tengo una pasión para compartir y un propósito. 

Curiosamente, su primera pregunta fue por qué no "monetizaba" La Desmesurada y aunque fue difícil explicarle el sentido último de la teoría del blog hedonista entendió que este no era el espacio en el que yo quería ganar dinero. De todos modos, me dejó pensando porque para ella no tendría nada de contradictorio que siga siendo un espacio hedonista y que, además, tenga la oportunidad de vender lo que escribo (se refiere a e-books o cursos). Es lo que tienen las amigas, esa forma simple y clara de ver lo que vos no podés ver. De todos modos, cuando escribí la ficha quinta del curso "Blogger desde cero" no estaba pensando en desmesuras sino en ciruelas. En consecuencia, es un material que tiene como destinatarios a todos aquellos que tienen aspiraciones más allá de la diversión y el placer de compartir en una comunidad de intereses y afinidades. Con esta lectura pretendo mostrarte de qué forma podés definir y acotar tu universo de posibles lectores para que el discurso de tu blog sea coherente con los objetivos de tu emprendimiento. Si todavía no te suscribiste a La Desmesurada para seguir el curso, esta es tu oportunidad. Lo único que tenés que hacer es completar la casilla en la barra lateral que te invita a suscribirte.

Las excepciones confirman la regla.


Mientras escribía confirmé que, personalmente, no podría dedicarme a ningún proyecto bloguero que no involucrara mis pasiones y me desafiara a mejorar y superarme para alimentar la comunicación con los lectores. En otras palabras, no puedo comprometerme con la escritura de un blog cuyo tema principal no me interesa o motiva. En ese sentido, la autenticidad es para mí la piedra de toque entre la pasión, las aspiraciones comerciales y la escritura de un blog. Escribir sobre un tópico que te apasiona te permite la libertad de ser auténtico aunque uno de tus propósitos sea vender un producto o servicio. 

Luego de que leas la última ficha para suscriptores y la reflexiones... Luego de que el esquema esté armado siguiendo los tres pasos que te propongo y tengas tu tema acotado en función de un lector ideal...Entonces podés relajarte y empezar a quebrar reglas.  Porque un blog profesional no tiene por qué ser un espacio sin flexibilidad. Que escribas con un discurso orientado a un fin y a determinado grupo humano, no significa que no puedas hacer excepciones. No transformes tu blog de emprendimiento en una tierra inhabitada. El blog es tu creación, tiene que tener tu estilo personal, tu impronta. En mi experiencia como lectora, las páginas que pierden ese sabor a vida cotidiana, a escritor que late detrás de casa post, son espacios que pierden encanto. En consecuencia, pierden sentido. ¿Por qué pagarle a alguien para que escriba tus post? O ¿por qué conformarte con un texto neutro y sin personalidad? Hacé tus planes, rompelos y desmesurá. Yo te espero en los comentarios. Seguro tenés algo que contarme y va a ser un placer responderte.