Por qué deberías escribir un blog.



Tengo mi propio relato. La historia de un "por qué" que no puede reducirse a los 140 caracteres que Twitter permite y que seguramente, no sería popular en Instagram. Este post no es una arenga contra las redes sociales es una mirada sobre la forma en que escribimos el relato de nuestra vida en ellas. ¿Por qué no escribirlo en un blog? La mayoría de las personas que dudan sobre iniciar un blog, tienen entre sus reparos fundamentales tres ideas pre-concebidas:


  • No tengo sobre qué escribir.
  • Desarrollar temas por escrito no es mi fuerte.
  • Me pone nerviosa la exposición.

Veamos tus excusas y empecemos a desarticular prejuicios.


La sociedad del espectáculo.


Ya vivimos en la sociedad del espectáculo. Con esto no me refiero a que te espera en la puerta un periodista para saber cómo anda tu relación de pareja. Nos guste o no, somos parte de una gran puesta en escena que se inicia en el momento en el cual abrimos una cuenta de correo en Google. 


Nunca más somos anónimos. Desde ese momento, somos rastreables. Aunque tengas la sensación de intimidad, un satélite del cual fotografía tu casa y se ve la ropa tendida en la cuerda. No es una mirada apocalíptica. Es la expresión de un proceso inevitable de masificación de la tecnología y los medios de comunicación. 


Desde esa perspectiva, tener un blog ya no es esa actividad bizarra de personas con mucho tiempo libre sino una más de las estrategias de comunicación. Si el mundo me va a conocer, que sea por lo que tengo para decir no por cómo lucen mis calzones en Google maps. 


Si te aterra el solo pensarlo, siempre existe la posibilidad de encerrarte en una cueva y vivir de raíces. La noción de intimidad es una construcción como cualquier otra. Lo escribe una uruguaya y eso es mucho decir, porque no existe nada más opuesto a la idiosincracia nacional que exponerse públicamente de forma voluntaria.


No sé escribir.


Esa es una afirmación que podría empezar a discutirte en este momento y terminamos cuando decidas por que yo, estoy convencida de que todo ser viviente capaz de la acción física de dibujar los símbolos gráficos, puede escribir. 


El estudio de la literatura nos convence de que el arte de la escritura es patrimonio de talentos excepcionales. Es una falacia enorme como mis calzones en Google maps. Escribir no es una habilidad reductible a un grupo de prodigiosos. Escribir e interpretar son patrimonio humano. Lo que te falta, en todo caso, es entrenamiento.


El cerebro es un músculo más del cuerpo, se entrena y responde. Eso no significa que con el puro deseo vas a escribir magistralmente, significa que la capacidad es inherente a la voluntad. El talento es otra cosa. Que hubo, hay y habrá personas talentosas en el manejo estético del lenguaje, sin duda. Pero el talento es un don que requiere de técnica, disciplina y estrategia. Sin esas tres capacidades -para nada asociadas con el genio- no es otra cosa que una característica personal que pone orgullosa a tu mamá.


No tengo temas para escribir un blog.


Creo que es la excusa más insólita de todas. Todo organismo vivo que no sea una ameba está lleno de intensiones. Si estás leyendo deduzco que no sos un organismo unicelular, así que doy por descontada tu posibilidad de decir cosas interesantes. 


Muy diferente es tener la habilidad para encontrar a quién le parece interesante tu opinión. Mi abuela siempre decía que para todo roto hay un descosido, en consecuencia, aunque tu interés primordial sea la reproducción del escarabajo macho bajo situaciones de estrés, seguro que existen lectores. Los temas para tu blog no son un problema. 


Tu desafío es desprenderte de la mirada miope de una educación que no nos colabora mucho para despertar la creatividad.


Me despido y espero que consideres escribir un blog para emocionar, persuadir y vender tus productos o servicios online. Estás a tiempo y nunca fue tan simple.