10 errores que debés evitar al iniciar un blog profesional

10 errores que debés evitar en tu blog



Las motivaciones para escribir un blog pueden ser muchas y variadas. Casi tan únicas y específicas como las personas que escriben. De la expresión de tus talentos a la consolidación de tu imagen como experta en un área del conocimiento, el blog tiene la espalda ancha como para dar cabida a objetivos diversos.


Supongamos que iniciaste tu blog impulsada por la necesidad de comunicar una visión del mundo. Idear este proyecto es disfrutable porque permite compartir tu filosofía de vida y supone la posibilidad de expandirte para ofrecer tu propuesta profesional.


Loable propósito, dedicar tu tiempo a contar cómo lograste una vida más plena. No menos loable pretender a mediano plazo un beneficio económico que te permita sostener tu propósito. Si algo aprendí cuando inicié mi emprendimiento hace cinco años es que un blog no se sostiene solo. Requiere  inversión de recursos. 


Al iniciar un blog profesional tus conjugaciones no pueden ser condicionales. No es que "te gustaría y quizás". Tener certeza es esencial. Tu objetivo se formula en un simple enunciado: voy a crear un blog en el cual ofrecer mi servicio de consultoría X con un costo X. 


Los blog no crecen por generación espontánea. Cualquiera que haya empezado un blog sabe lo que cuesta conseguir visibilidad. Sin embargo, dar los primeros pasos de un blog profesional no involucra un lenguaje secreto sino nociones de sentido común y una innegable inversión de tiempo y dinero.



10 errores al crear un blog profesional.



Para que comencemos a delimitar el camino de un blog profesional, quiero contarte los que entiendo como los diez errores más llamativos en un blog con aspiraciones. Voy a desarrollar brevemente cada punto pero antes, necesito decirte que son excepcionales quienes no cometen estos errores. 


Me permito especular que si no los cometieron tiene dos explicaciones posibles: no es el primer blog que escribe o recibieron orientación de alguien que les indicó el mejor camino a recorrer. No te entretengo más, te cuento las dislates que el común de los mortales cometemos:



1- No establecer claramente el tema de tu blog. Es uno de los dislates naturales del inicio. Al principio, te lee tu familia y algún amigo fiel. Las métricas no prosperan y comienza la inquietud y la etapa de experimentación adolescente. De la torta que cocinaste el fin de semana a la foto de tu perro, todo tiene cabida. 

No tiene nada de malo mostrarle al mundo entero lo inteligente que es Sultán y lo proporcionada que te queda la chocotorta pero genera un elenco de visitas que no son las que se necesitan para fomentar una comunicación genuina. Las audiencias específicas se crean con paciencia.


2- Publicar sin calendario. En general, una hedonista publica cuando tiene ganas. Una profesional publica con constancia: una, dos o tres veces por semana. Si nuestros post son fruto de la investigación y la elaboración, publicar una vez por semana es razonable. 


No le encuentro demasiado sentido a publicar todos los días porque "a Google le encanta el contenido fresco". Porque si es fresco pero no aporta nada, seguro siguen visitándote únicamente tus familiares. Y ya se van a cansar de hacerlo. El lector es un ser rutinario quiere saber cuándo y en qué modo leerte. Cuando estos parámetros están claros, al principio vas a tener que buscarlo pero con el tiempo, llega el solo buscando lo que quiere.


3- Creer que el trabajo de un post termina al publicarlo. Al pulsar el botón para publicar tu post solo recorriste la mitad del camino. Ahora, llega la tarea de difusión de tu contenido. Es una actividad que puede resultar tediosa y no recomiendo automatizarla cuando estás creando tu comunidad de lectores. 


Seguramente, una de tus investigaciones al iniciar un blog profesional será la ubicación de tu público específico. Porque no solo es importante saber a quién me dirijo sino dónde encontrarlo. De nuevo, insisto: no hay secretos. ¿Dónde buscarías hoy a los lectores digitales?  Si lo primero que se te ocurrió pensar es en las redes sociales, estás bien orientada. 



4- Buscar lectores en los lugares equivocados o peor aún, no buscarlos en lo absoluto. Si en tu imaginación los lectores llegan espontáneamente a tu blog fascinados por el contenido y el encanto de tu prosa, lamento romper tu burbuja de ilusiones. 


A los primeros lectores hay que ganárselos a pulmón: identificarlos, buscarlos en el lugar adecuado, presentar un contenido que llame su atención, ofrecerles beneficios. No te miento si te digo que tus primeros lectores no van a llegar a tu blog por Google sino por el trabajo que realices dando a conocer tus post en el espacio en el que se encuentran las personas que te interesa que te lean.


5- No tener idea de lo que es una lista de suscriptores. Aunque tu interés no sea vender productos o servicios, una lista de suscriptores es gran idea porque en ella se encuentran los lectores realmente interesados en su contenido. 


Un suscriptor es un lector que consideró lo suficientemente valioso tu blog como para ofrecerte su mail. No es una visita casual. Es una persona interesada en el tema y con la cual es posible comunicarte directamente con un mensaje de correo. Personalmente considero ésta la forma más directa y efectiva para comunicarte con los lectores y hoy me parece tarde para que la apliques.


6- Olvidar que cada vez más lectores leen desde el celular. En este sentido, no tener un diseño responsivo es casi como ignorar a el volumen de visitantes que llegan desde los móviles. Si tu diseño no se adapta a la pantalla del teléfono, el lector abandona a la página. 


7- No darle importancia al diseño. Desde el tema de la plantilla a la elección de colores para cada uno de los elementos gráficos, hay diseños que son poderosos llamadores de atención y otros que hacen huir a un lector antes de dedicarle medio segundo a la lectura de un post.


8- Desesperarte por la ausencia de comentarios.  Hay temáticas en las cuales es más sencillo crear una rápida red de comentarios, participando en fiestas de enlaces o con relaciones que ya se cultivaron anteriormente en las redes sociales y hay otras temáticas en las cuales recibir un comentario es un triunfo. En general, la intuición me indica que, cuanto más profesional sea tu blog, más difícil es obtener los primeros comentarios. Pero conste, escribí "difícil", no imposible.


9- Obsesionarte con la lectura de las estadísticas. Ofrecen información valiosa para conocer los temas que más interesan a tus lectores o cuál es su procedencia geográfica. También para conocer desde qué dispositivo leen, qué buscador utilizan y cuáles son sus preferencias. Todo esto es útil. Ahora te repito una pregunta que ya creo haber formulado antes: ¿por qué te interesa tanto el número de visitantes? 


En el único caso en el cual es relevante la cantidad de visitantes de un blog es para monetizarlo con anuncios de marcas consolidadas en el mercado que, claramente, te van a pedir tus estadísticas para decidir si tu espacio les conviene. En este sentido, te conviene crear un gran volumen de lectores. Ahora, si tu objetivo es vender servicios específicos, es preferible un pequeño grupo de lectores selectos que estén muy interesados en tu oferta que tres mil visitantes que apenas rozan la página, escanean el contenido y se retiran. No profundizo más porque será uno de los temas del próximo post


10- No priorizar el contenido. Escribir por escribir no es una estrategia. Esto no significa que no puedas escribir de lo que quieras y como mejor te parezca, siempre y cuando tus post sean consecuencia de una toma de postura. Este aspecto puede ser agotador. Sin duda. Requiere de mucho esfuerzo mental de organización de contenidos, especialmente luego de que escribiste los primeros veinticinco post más relevantes para tu lector ideal. Olvidar que los lectores llegan a tu blog buscando "algo" es el verdadero dislate. En este sentido, no tener la mínima noción de qué ofrecerles es un problema que tenés que solucionar ya mismo si te interesa tener un blog profesional.


Realmente necesitaba decirles a quienes me escribieron que estas diez nociones básicas de un blog profesional se cumplen para todos y que las promesas mágicas de visibilidad inmediata son poco creíbles. Si te interesa crear algo más sólido y con sentido, nos seguimos leyendo.