Las reglas del juego: ¿emprender con un blog?

Las reglas del juego: ¿emprender con un blog?


Es el último post del año en La Desmesurada y con él, no solo me despido hasta el año próximo sino que cierro una etapa personal. En julio de este 2015, sentada en una sobremesa familiar, recibí el desafío de "demostrar que se pueden obtener ingresos escribiendo un blog"  y desde entonces, con muchas idas y vueltas -miedo, cansancio y decepciones- no hago otra cosa que responder al reto de escribir un blog.

¿Es fácil? Para nada. Creo profundamente en el proyecto que estoy gestando pero eso no significa que no viva momentos en los cuales me pregunto si era necesario resignar la comodidad de mi trabajo como profesora para iniciar un camino tan incierto como el de emprender.

Afortunadamente, la respuesta fue y es: sí. Era necesario. Fue un proceso de cinco años obtener esta respuesta y te lo cuento por si estás en esa situación en la que surgió el anhelo y la única forma de hacerlo es dejando atrás tu trabajo y emprendiendo en cuerpo y alma.

Tres aprendizajes sobre emprender.


Partiendo de este pensamiento, quiero que conozcas el proceso de emprender. El "lado B", el que pocos cuentan y es políticamente incorrecto en las vísperas del año nuevo, cuando debería brindar por el éxito que juntas vamos a lograr en el año por venir.

El entusiasmo es una poderosa fuente de energía motriz, En su lejano origen griego, esta palabra significa algo así como "posesión divina" -o estar poseído por un dios- y tarde o temprano en la vida conocemos la euforia que supone sentirse "entusiasmada" por un amor, un proyecto, una noticia. Sin embargo, la posesión divina es un efecto momentáneo y cuando el dios abandona el cuerpo mortal, la sensación es la de la pérdida absoluta de toda motivación.

¿Alguna vez sintió de esta forma? Si brindaste exaltada por una novedad que te llenaba el cuerpo y cuando cedió la corriente eufórica comprendiste los "pero", entonces entiende sobre lo que escribo.

Pensar positivamente, tener una actitud abierta y receptiva es una gran ventaja para el carácter de una emprendedora. Ahora, ¿no será mejor acompañar la visión entusiasta con información que te ayude a transitar el cambio?

No conozco tu respuesta pero este post es la respuesta que yo habría necesitado y quiero despedir el año con tres aprendizajes elementales para una emprendedora que inicia un blog.

1- La pasión es esencial pero la perseverancia es aún más importante. 

Pasarán los años y voy a seguir recomendando que escribas sobre un tema que te descongele la sangre. Ese tema que te ilumina los ojos y te suelta la lengua. Sin embargo, la pasión por sí misma no transforma un blog en un negocio.

Descontando que la pasión que es o será el eje de tu blog coincide también con uno de tus talentos naturales, ni pasión ni talento son suficientes. Cualquier actividad repetida sistemáticamente requiere de paciencia y perseverancia. Aún en los momentos en los cuales se esfuman las ganas de ser perseverante y tu único interés es encerrarte a dormir 48 horas seguidas. Tener el blog no basta. Escribirlo para conectar con un lector es el desafío.

2- No creas en "el secreto". 


Desde que tengo toda mi energía enfocada en comprender el mundo emprendedor, observo una característica común a mujeres talentosas que tienen un proyecto independiente: creen que existe un "secreto del éxito" y que cuando accedan a él, todo va a ser más simple. 

No estoy subestimando tu capacidad de análisis. No sos tonta y cuando cuando una promesa es hueca e infundada poder visualizarlo. No es eso exactamente a lo que me refiero. 

Observo en las emprendedoras una sensación de "me falta algo por aprender y todavía no sé qué es". Esta sensación puede ser una realidad si estás en el momento inicial de tu emprendimiento y te diré que, en ese caso, la aceptación de la ignorancia aunada con el deseo de aprender, son tu mejor recurso.

Ahora ¿por qué una mujer que lleva cinco o diez años formándose y emprendiendo siente que aún se le niega el secreto? La respuesta es simple: porque no hay secreto. Sin discusión. El aprendizaje continuo es una de tus mejores opciones, elegir un mentor que te guíe (no porque tenga "el secreto" sino porque ya realizó este tránsito) es una gran idea y te aliento a encontrar a quien "modelar" hasta el momento en el que sea tu turno de guiar a otros.

Sin embargo existe una gran diferencia entre esta actitud y la sospecha de estarte perdiendo algo. Tener éxito en tu proyecto es una mezcla de focalización y disciplina. Ni siquiera incluí el talento en la caracterización porque si bien es necesario no es suficiente. Conozco personas talentosas que no son capaces de ir más allá por falta de foco o de constancia. 

Las talentosa juegan "de taquito" por un rato pero a la hora de la verdad, vas a descubrir que quienes realmente logran lo que quieren, además, hicieron todo lo que era necesario para obtener resultados. Y esto me lleva al último aprendizaje por hoy.

3- ¿De verdad estás dispuesta?


Creo que este apartado es un juego de preguntas y respuestas. Solo que en esta oportunidad, realizo las preguntas más retóricas del mundo para que desde la tranquilidad de tu casa las respondas, asignándole a cada una un numeral de compromiso del 1 al 10.

  • ¿Cuántas horas semanales deberías dedicarle a tu blog hasta que adquiera visibilidad real? 
  • ¿Cuánto tiempo dedicarñias a difundir o promocionar tus textos o productos?
  • ¿Cuántas horas estás dispuesta a dedicarle a tareas que no te fascinan pero son necesarias? 
  • ¿Cuántas horas y dinero vas a invertir para seguir creciendo?
  • ¿Qué tanto deseás tener un blog profesional?

Un compromiso de menos de diez con alguna de estas preguntas es una señal de alerta. Si sentís que le dedicás demasiadas horas a tu proyecto y te ahoga pensar en la montaña de tareas por hacer estás frente a un síntoma para que te cuestiones seriamente el camino que tomaste. Si no estás dispuesta a dedicar horas de tu vida personal y dinero a innovar, mejorar, aprender, entonces tu deseo no es tan intenso como creías. 

Lo sé. Menuda afirmación para terminar un post de fin de año: el compromiso llega en forma de inversión. Empezaste de cero y ese es un motivo de orgullo. Aprovechá las oportunidades gratuitas que ofrece internet y sacale todo el jugo posible. Y, cuando salgas del "cero", adquirí libros, cursos, mentorías. Empapate del tema hasta que te sature los poros. 

Delegá también en el momento oportuno. Contratar un diseñador web para empezar no sería una de mis recomendaciones para quienes se inician con un blog. Primero tenés que encontrar tu estilo para luego plasmarlo en el diseño.

Pero cuando llegue ese momento, que un profesional haga lo que sabe hacer y vos dedicate a lo que hacés mejor. Que diseñen tu página, que te enseñen a usar ese programa que desconocés y tenés que usar sí o sí,  que te ayuden a mejorar tu presencia en redes sociales...lo que sientas como una necesidad en el momento en el cual te encontrás.

Tanta intensidad.


Me despido porque creo que, para ser fin de año, fue suficiente intensidad. Quiero que pienses en el compromiso con tus anhelos. Si no podés ofrecer un diez. Seguí escribiendo tu blog, compartiendo en comunidad y divirtiéndote. No es un imperativo para nadie tener un blog profesional. Ahora, cuando estés decidida, ¿sabés en qué puedo ayudarte?