¿Qué tengo que saber antes de abrir mi blog?

Qué tengo que saber antes de escribir un blog




Este es un post dedicado a quienes tienen objeciones. A quienes no ven por qué habrían de escribir un blog y a quienes no dudan de su funcionalidad para aumentar la visibilidad de su negocio pero no saben cómo escribirlo.


Cómo escribir un blog.


Voy a suponer que tu mayor preocupación en este momento es cómo escribir un blog para darle más visibilidad a tu negocio. También, que te genera dudas la idea de asumir un compromiso semanal de publicación y te confunde cuál tiene que ser el tono, la extensión de los post, cuándo publicar y dónde promocionar lo que escribiste. 


De pronto ya estás escribiendo un blog pero descubriste que sostener un propósito profesional tiene desafíos que no habías previsto.  Entonces ¿cuáles son tus opciones? ¿Contratar un profesional o aprender a hacerlo por tu cuenta?


Contratar un redactor profesional es una opción válida. Sin embargo, prefiero la segunda opción. Un blog es tu forma directa de contacto con una lectora interesada en tu trabajo talento o conocimiento. ¿No vale la pena ofrecerle tu sello personal? 


Es una hora menos de televisión. 60 minutos en ese limbo hogareño previo a dormir o la hora del almuerzo en la oficina. Necesitarías algo de tranquilidad y si te están reclamando el informe o el pijama, se complica. Sin embargo, vale la pena. 


Cuando tu blog es un espacio nuevo hay tanto por aprender que la mejor sugerencia es tomarlo con calma. Te sugiero elegir un referente para modelar y aprender. Ya tendrás tiempo de cambiar de referente, contrastar opiniones y formas de hacer. Pero cuando estás empezando, no es justo que te exijas estar al tanto de todo. Ni de todos. 


Si volviera a empezar, aceptaría ambas sugerencias y haría algunas cosas diferente. Sin embargo, el relato de los errores ajenos no suple la experiencia personal. Lo sabemos respecto a la vida, ¿por qué iba a ser diferente en la virtualidad?


Al iniciar la escritura en un blog, corremos rápido y en todas direcciones. Con la suficiente motivación para derrochar energía pero sin la perspectiva para reconocer obviedades. Por ejemplo, que sin inversión no hay crecimiento real. Las páginas con miles de fans están alimentadas por buenas estrategias publicitarias. El posicionamiento en Google puede comprarse y aunque no suplen el trabajo a largo plazo del SEO, las técnicas SEM puntuales, colocan un blog en las primeras posiciones del buscador.


Con una comprensión más cercana del panorama, terminamos reconociendo que invertir en publicidad, formación y ciertas herramientas no es un lujo sino una necesidad para quienes tienen el propósito de escribir un blog que cuente con el aval de una comunidad lectora y, eventualmente genere ingresos.


¿Te molesta leerlo? Te lo pregunto porque hace cinco años, me habría incomodado. ¿No se supone que un blog es gratuito? ¿Cómo que no puedo ser autodidacta? No desesperes. Tengo respuestas simples: sí es gratuito. Sí, es posible ser autodidacta.


Así que afirmándote en tu posición y te sugiero armar un calendario de lecturas obligadas en estos meses que nos separan de fin de año. Te va a llevar un poco más de tiempo, esfuerzo y probablemente algunos insomnios. Pero con persistencia, no dudo que vas a encontrar la forma de lograrlo.


Lo complicado es cuando esta situación de aprendizaje se combina con un trabajo de tiempo completo y unas métricas que crecen a paso de tortuga. Entonces, la frustración no tarda en manifestarse. De esta forma, un blog que comenzó con todo el impulso  del mundo comienza a menguar y decae hasta desparecer. Y todo esto pasa antes del primer aniversario. 


No permitas que te suceda. Aunque contradiga mi afirmación respecto a aprender de los errores ajenos, quiero compartir diez verdades que yo habría querido saber cuando empecé a escribir un blog:


1- Empezar un blog con otro objetivo que no sea aprender y compartir algo que te apasiona es errarla feo. Te vas a aburrir rápido.


2- Una planificación de contenidos según tus objetivos y características personales, te libera del estrés de la próxima publicación. 


3- Google Analytics es una herramienta útil sin embargo, ¿qué tan importantes van a ser las métricas en tu motivación para escribir?


4- Para consolidar tu posición como experta o generar ingresos con tu blog no es necesario un volumen inmenso de tráfico. Lo dije con anterioridad pero como el público se renueva...


5- Si volviera a empezar, instalaría un sistema de suscripciones desde el momento cero y les ofrecería a mis lectores algo que realmente quisieran leer a cambio de su suscripción. 


6- Un blog no es una colección de fotos, se escribe. Si tu blog es un álbum de fotografías sin texto, carece de espesor. De la misma forma, sin apoyo audiovisual de algún tipo, los textos son densos y poco amables.  En un blog, el balance entre lo verbal y lo visual es el ideal en tu estrategia de contenidos.


7- Saber escribir no significa comprender la escritura online. Escribir en un soporte virtual tiene características particulares. De haberlo sabido hace cinco años, La Desmesurada sería un blog profesional hace un rato,


8- Que seas "profesional" no significa que tu blog sea tu emprendimiento. Un blog puede ser la vidriera online de tu trabajo, consolidar tu autoridad como experto o ser un emprendimiento en sí mismo. Si me empeño en señalar la diferencia es porque tanto los contenidos como la secuenciación de los mismos es necesariamente diferente.


9- Aunque no sea tu propósito, pensar con perspectiva puede allanarte el camino futuro: es posible monetizar un blog. 


10- En la cabecera de tu blog tiene que leerse a gritos de que se trata porque es la forma en la cual un nuevo visitante se orienta rápidamente. 



Espero que la lectura de los puntos anteriores te ayude a visualizar aspectos previos a la escritura de un blog y a tomar decisiones que te ayuden a disfrutar el proceso y transitarlo en el sentido de tus objetivos.