Cómo escribir una newsletter para tu blog

Cómo escribir tu newsletter


¿Ya abriste una cuenta en Mailchimp? Si es así, abrazo, medalla y beso. Veamos ahora cómo escribir una newsletter para tu blog porque a partir del momento en el que comiences a comunicarte con tus suscriptoras, más cercana y conectada te vas a sentir con tu comunidad.

Para tener una cuenta en Mailchimp no es necesaria ninguna intervención en la plantilla de tu blog. Lo único necesario es una cuenta de correo y algo de paciencia: todos los tutoriales de ayuda en Mailchimp están en español y son de mucha ayuda. Tu sistema de suscripciones sí requiere:

  • Crear una lista con el nombre que te parezca más apropiado.
  • Encontrar la url de enlace a esta lista para compartirla en tu blog.
  • Aprender a enviar una campaña (una mail masivo) a tus primeros suscriptores.

Con más tiempo y esa soltura que se adquiere con el ejercicio, vas a poder modificar otros detalles no menores:


- La estética del correo que reciben tus suscriptores. Incluyendo tu branding visual.

- Incluir archivos en el mail de agradecimiento. El "lead magnet" que no es otra cosa que el regalito a quienes tienen la amabilidad de suscribirse a tu lista.


Cómo escribir una newsletter para tu blog.


Superaste la parte operativa de la cuestión: no te dejaste vencer ni por el mono, ni por el miedo al código, ni por el inglés. ¿Qué sigue? Porque te queda claro que parece bueno y lleno de beneficios pero...

Eso que estás buscando, tiene un nombre: cómo escribir una newsletter para tu blog. Suena sofisticado pero no es otra cosa que redactar un mail masivo. O dicho de otra forma, una newsletter es un mensaje de correo periódico que llega simultáneamente a todos tus suscriptores. 

Tus suscriptores son personas a las que escribirles de tú a tú. Te ofrecieron su dirección de mail voluntariamente. Si se cansan de tu lista -o no era lo que esperaban- pueden anular su suscripción. Nada los ata. Nadie está obligado en una lista y si permanecen en ella es por voluntad propia.

Una newsletter puede asumir diferentes formas pero para que tengas una noción práctica de sus usos, te dejo una lista con cinco posibilidades:


1- Correo semanal (quincenal o mensual) saludando a tus suscriptores y enviándoles los enlaces a los post que escribiste durante ese lapso de tiempo. De esta forma, quien recibe tu mail puede decidir si lee o no lee cada post. Y no menor: la hará desde tu blog al clickear en el enlace.


2- Ofrecer material exclusivo para las personas que deciden formar parte de tu logia secreta de iniciados en la materia. Enviar obsequios periódicamente para agradecer su permanencia en la lista.


3- Realizar sondeos de opinión con tus lectores. Sobre qué tema quieren leer, qué es lo que más les gusta de tu blog (y lo que menos...) darles a elegir entre dos secciones o categorías que querés iniciar. Tu imaginación es el límite, pequeño saltamonte.


4- Incluir una encuesta (de Google Drive) para mejorar tu blog o crear un producto acorde a las necesidades de tus lectores. No te olvides que todo esto no tiene sentido si no es para ayudar, colaborar, resolver.


5- Promocionar tu trabajo y tus servicios online u offline. Siempre que recuerdes que es un medio de comunicación, no las Páginas amarillas. A nadie le gusta recibir ochocientos correos promocionales del mismo tema que ya decidiste que no vas a comprar. 


Todo esto sin contar con el beneficio esencial: consolidar un vínculo que se perdería en el olvido y el desamor de Google si esa persona que llegó casualmente a tu blog, no te hubiera ofrecido su dirección de correo electrónico. 


Cuidado. Tengo un mono y sé cómo usarlo.


En el afán de aprender todo lo posible para que nuestro proyecto funcione, corremos el riesgo de pasar por un baño atómico de información que nos deja el cerebro radioactivo. 

Ese salpicón teórico de lo que circula en las redes sociales nos enfrenta con un universo desconocido que atemoriza por lo vasto y complejo. Por qué negarlo, línea por medio nos topamos con palabras como suscripción, leads, funnel sale y de pronto, te queda el entusiasmo cabizbajo... 

Pobre entusiasmo. Tan desprevenido él. Tuvo un encontronazo con la parafernalia del marketing online y se está reponiendo del susto. 

Si yo estuviera en este momento en situación de escribir mi primer blog, colapsaría en un maratón infernal de lectura. En una búsqueda loca del secreto que hace que los blog que funcionan, funcionen. En este momento, mi santa, es cuando te miro a los ojos y te confieso que el secreto es leer menos y hacer más. 

Seleccionar la información y aplicar solo aquello que es útil y necesario. En general, un calambre en la tripa es mala señal. Si leyendo sobre cómo escribir una newsletter para tu blog se te retorció el tuétano, de pronto no es tu momento de crear una cuenta en Mailchimp. 

Por eso, quiero que por un segundo te desprendas del berenjenal de ideas adquiridas arbitrariamente y le demos una mirada fresca a la escritura de tu newsletter. Primero, lo primero:


- No hay norma que establezca que una newsletter es semanal. Mucho menos, diaria. Esta comunicación directa con tus lectores puede ser quincenal, mensual o trimestral. El único criterio válido es que las personas que te ofrecen su dirección de correo sepan cuál es la frecuencia en el momento de inscribirse. 


- No se termina el universo conocido si una semana no disponemos de material relevante para ofrecerle a los suscriptores. Como a los amigos, ocasionalmente se puede pasar a saludar sin llegar con nada en las manos. Porque un saludo, un recordatorio de por qué eligieron confiarte su mail o el relato de algún suceso pueden ser suficiente material para mantener sano el lazo.


- No es necesario un diseño sofisticado, ni enlaces a todas tus redes sociales. Si bien el diseño es importante, más importante es el pacto narrativo que se produce de una vez y para siempre.


En general, la intuición es una sabia socia de negocios cuando aprendemos a escucharla sin falsear lo que te está comunicando. Pero ése, ya es otro tema.


¿Cómo escribir una newsletter para tu blog?



Lleguemos a lo que nos interesa. ¿Cómo escribir una newsletter para tu blog? Se impone que iniciemos por el título de tu campaña (para Mailchimp, "crear campaña" es un procedimiento que se traduce como mandar un mail colectivo).


Cómo escribir una newsletter para tu blog


Veamos tres aspectos importantes:


1- Usar un nombre descriptivo para tu campaña (el primer casillero a completar) es una sugerencia práctica. Si estás manejando una serie de campañas o si en el futuro te interesa recordar el proceso que seguiste, te conviene usar un enunciado descriptivo que te recuerde el qué y el por qué de la campaña: ¿De qué se trata esta campaña? ¿Por qué la estoy escribiendo? Este dato no es visible para los lectores pero es útil tu organización.

2- El asunto del mail. Como todo título, tiene que ser alto, sonoro y significativo (este Alonso Quijano era sabio en eso de ponerle nombres a los rocines) En esta situación, un buen título es tan importante como en un post. No creas que porque un ser humano te ofreció su correo, va a abrir todo lo que le mandes. Claro que no. La mayoría va a ignorarlos. 

Salvo, que el título le cause curiosidad, asombro o risa. ¿Por qué? Porque es lo primero -y en ocasiones lo único- que va a ver de tu campaña. Sin crear falsas expectativas respecto al contenido, la creatividad es bienvenida. Excepción hecha de las situaciones en las que tus suscriptores esperan un mail específico. En este caso, describí con simplicidad el contenido del mail.


3- Tu nombre. Se supone que la persona que se suscribió a mi correo sabe quién soy, visitó mi blog, quiere crear una relación conmigo. No necesariamente. Ocasionalmente, algún lector se inscribe en tu lista solo para obtener el regalo de suscripción. En otras ocasiones, encontró curioso un contenido y para eliminar el molesto pop-up que apareció en su pantalla, registró su mail sin expectativa alguna. Y esos son solo dos ejemplos... de modo que, nunca está demás recordarles quién escribe. En este caso podría decir: "Paula de La Desmesurada". 


¿Seguimos adelante? Pasamos la primera pantalla y es momento de elegir un tipo de campaña, que no es otra cosa que la forma que va a tener tu mensaje. La estructura o el esqueleto para elaborarlo. Esta elección va a depender de la cantidad de texto e imágenes que vas a incluir en el cuerpo del mail. Hay múltiples opciones, incluso, hay plantillas que están pre-diseñadas y que le dan una apariencia particular a tu mail. A los efectos de este post, vamos a seleccionar la opción más simple:

Cómo escribir una newsletter para tu blog


Elegimos un tema básico, con una imagen y una columna de texto. ¿Qué hago a continuación? Considero que cada bloque de texto del mail que voy a enviar se edita por separado, como se puede ver en la siguiente imagen:

Cómo escribir una newsletter para tu blog (II)


El símbolo del lápiz significa precisamente eso: que la sección es editable. O que puedo eliminarla si no encuentro su utilidad. Personalmente, no te recomendaría borrar este encabezado porque es visible como subtítulo en el asunto del mail. Por lo tanto, no dejes de editar esta sección (ahora señalada en negro) con un texto que complemente la información del título. 

 ¿Vemos qué hacer a continuación?


Cómo escribir una newsletter para tu blog (II)



Es tiempo de diseñar tu email. Podrías empezar con una linda fotografía. Solita ella con su cuerpo o editada con texto. O usar el header de tu blog. O la imagen representativa del texto que vas a escribir. No es que sea imprescindible sino que armoniza la estética de tu mensaje. 

Luego de seleccionar la imagen, escribir un título que sea un aperitivo del contenido del mail y dedicarte a continuación a escribir el cuerpo del mismo. 

Para quienes estén perdidas, muy perdidas, vamos a generar una secuencia básica y lógica del contenido que podrías incluir:


1- Primero saludar, que para eso está pensado el email, para comunicarse con el receptor. Así que, haga gala de urbanidad y encabece su mensaje con un saludo cordial a las amables damas y caballeros que se subieron al medio de transporte.

2- Sintetizar el contenido del mail. Salvo que tu objetivo sea provocar curiosidad y crear expectativa, en el primer párrafo de un mensaje tiene que resumirse el contenido específico del mismo y si es posible, la palabra clave del mismo tiene que estar subrayada, con negritas o como consideres más apropiado. De esa forma, llamás la atención de los escaneadores, esos lectores tramposos que leen sin leer.

3- Desarrollar tu idea. Una anécdota. Una invitación. Una comunicado informativo, Una receta. Un tutorial. Un lista de enlaces. Una apelación al lector a participar de una iniciativa....Lo que se te ocurra tiene lugar en tu newsletter. Y eso porque me imagino que te vas a mantener en los límites del decoro. Como en tantas otras ocasiones, te cuento que tu contenido puede ser:

- Informativo: contar una situación de forma objetiva, haciendo llegar a tus lectores datos concretos e información relevante para ellos.

- Argumentativo: también podrías intentar persuadir a tu lector de una idea, seducirlo con una posibilidad o presentarle los motivos lógicos por los cuales es beneficioso X o es pésimo Y. No abuses. Es una newsletter, no un panfleto.

- Inspiracional: contar historias, ser natural en el relato de una situación o una emoción es una poderosa herramienta de comunicación. El mejor estilo es la autenticidad. Claro que se pule y refina pero la honestidad en la escritura es el pre-requisito. 


4- Otro tipo de parrafadas: solo voy a destacar dos posibles párrafos, de esos que utilizamos quienes tenemos un blog como emprendimiento o un emprendimiento con blog.


a- Párrafos de articulación: pueden ser párrafos visagra en los cuales hay un mensaje que querés escribir aunque no sea altamente significativo y que tienen su lugar en el medio del discurso.

b- Párrafos promocionales: estos dejalos para el inicio o para el final y destacalos de todas las formas que se te ocurra. Si todo tu mail es promocional, entonces que el lector lo sepa y decida si quiere o no quiere abrir el correo. Ahora, cuando entre, que no tenga posibilidad de ignorarlo. Si me encuentro con un cuadro flúo tengo poca alternativa de hacer de cuenta que no lo vi. Puedo evitar leer un párrafo largo y extenso porque su contenido se me confunde, pero no puedo evitar ver.


5-  Despedirse, que no cuesta nada, dejar tus redes sociales como al pasar y recordarle a tu lector la acción siguiente: que responda el mail, conteste preguntas o dejarle un enlace para que siga. 


Estas son las famosas "llamadas a la acción". No des por supuesto que el lector sabe lo que estás esperando. Es como tu amigo con derechos, novio, marido, se le pierden las sutilezas y hay que usar estrategias más directas de comunicación. 

Pasar por delante de una vidriera y decir "qué lindo", no funciona con el 80% de los homo sapien sapiens de género masculino. Apelar a un directo: "qué linda cartera. Me gustaría recibirla para mi cumpleaños" Es mucho más eficaz. Claro que si es una Birkin, hablamos con tiempo de otras técnicas pero en este caso, vale el ejemplo. 

En conclusión, con los lectores sucede de la misma forma: escribir directamente lo que estás pensando, lo que pueden hacer. Te vas a sorprender de los resultados. O simplemente te despedís sin expectativas, todo depende del objetivo de tu newsletter.

¿Te animás a Mailchimp?


Espero que en este momento tengas una idea más clara de lo que una newsletter significa y cómo estructurarla a grandes rasgos. 

Quiero que recuerdes que lo único esencial es que tu lector sepa en lo que se mete. Ni prometo lo que no doy, ni me aprovecho de la dirección de correo con espíritu spamer. La integridad es el único valor rector en la relación con el lector. 

Sí, muchos van a llegar, tomar lo que ofrezcas y retirarse sin dejar huellas. Pero otros se quedan y son amigos de la casa. O al menos, así nos portamos por acá. ¿Te parece si en el próximo post le dedicamos un ratito a qué ofrecer para atraer más suscriptores? Espero tu opinión. Besos y buen finde.