La tentación del conteo compulsivo de visitas es uno de los desórdenes emocionales de quienes escriben un blog. De pronto, todo número relacionado con la cantidad de personas que leen diariamente lo que escribiste se transforma en relevante y palabras como "tráfico" y "rebote" pasan a formar parte de tus sueños más oscuros.
Un día cualquiera, nos encontramos observando con una expresión entre curiosa y molesta otros blogs que, al menos en apariencia, parecen nadar en el océano de la visibilidad y desde ese momento se instala en tu mente una batería de preguntas persistentes:
- ¿Por qué tengo tan pocas visitas?
- ¿Qué es lo que hace visible a un blog?
- ¿Qué estoy haciendo mal?
- ¿Qué me falta hacer?
Entonces es cuando comienza tu peregrinación por todos los contenidos disponibles a través de los buscadores sobre cómo aumentar el tráfico de tu blog. ¿Por qué? Porque aunque no quieras reconocerlo en voz alta tu deseo sería que una masa anónima de lectores apasionados llegara a tu blog mágicamente o que Google Analytics te mintiera y publicara unos números maravillosos de visitas únicas por día.
El Síndrome de Alexa.
El día en el que el auto-engaño de los números significa para vos lo mismo que los lectores, estás cayendo en el "síndrome de Alexa", porque te da lo mismo si es verdad o no, lo que vos quisiera es que esos números fueran más altos:
Más visitas diarias.
Más suscriptores.
Más comentarios.
Más, más, más
Alexa es un conocido sistema métrico por el cual toda tu pasión se traduce en unas cuantas cifras, en general poco alentadoras y que en tu mente se traducen como "mi blog es una porquería". Es en este momento en el es necesaria una cura desmesurada y tu curación comienza preguntándote: ¿para qué quiero X visitas al día?
Estoy segura que existe un número mágico que responde a tus aspiraciones más profundas y que alcanzarlo se sentiría como entrar en el jean que usabas a los veinte años. Pero ese número nunca llega y ya lo intentaste "todo": promoción, sorteo, encuesta... Te falta la extorsión y serías quien más lo ha intentado.
Seguro a esta altura te estás preguntando cuando llega el quiebre desmesurado. No esperes más, llega en este momento. Tu problema es precisamente que lo estás intentado. Tener o no tener un blog visible no es un intento, se hace o no. Esa búsqueda alocada de visitas no conduce a nada.
La incómoda verdad sobre escribir un blog.
Un blog no es tráfico es una comunidad. Y las comunidades no se salen a buscar, las comunidades se construyen. Antes, te propongo decidir para qué estás construyendo tu comunidad porque el secreto deseo de que tu blog sea descubierto es casi imposible.
Mientras estás leyendo este enunciado se crearon miles de blogs: sí, miles. Y existen tantos otros que son buenos, muy buenos. Algunos de ellos excelentes: con fotos de infarto, textos que emocionan y una batería publicitaria que parece armada por dream team de Coca Cola.
Es una verdad incómoda pero es una verdad. No es que no te lean, es que como lectora me pregunto por qué tengo que leerte existiendo tantos otro blogs que me pueden ofrecer lo mismo o mejor.
Lo que importa sos vos.
¿Dolió? Entonces seguimos. Los lectores no se salen a buscar, son ellos quienes llegan al encuentro de tu blog. Pero, atención: esto no significa que te sientes a esperar que suceda el milagro. No sé en otras áreas de la vida pero en un blog, la ley de la atracción no funciona. Con solo desearlo y pensar en positivo tus métricas no se conmueven.
Por eso estás leyendo este post, porque estás dispuesta a hacer algo. No desesperes. El plan es más simple de lo que puedas creer y no tiene demasiado secreto porque lo que realmente hace la diferencia no es el blog en sí mismo sino la bloguera.
Es posible tener la mejor plantilla, la estética más cuidada y las fotos más bellas que puede proporcionarte internet pero nada de eso hace de un blog, tu blog. Nada de lo que mencioné tiene el conjuro de la identidad. Tu identidad.
Los blogs que realmente funcionan crecen en torno a una figura fuerte (visible o no) que sabe lo que quiere y hacia dónde va. Cuantos más blogs activos haya en tu tema, más definida tiene que ser tu figura para destacar.
No es mística. Es blogging.
Podrías ser experta en repostería, marketing o inspectora de tampones, en realidad no importa cuál sea tu especialidad sino qué tan única es tu forma de presentarla. ¿Cómo encontrar tu espacio para diferenciarte y crear comunidad?
Te cuento lo que vamos a desarrollar en los próximos días y que desde este momento se transforma en tu plan estratégico de aceleración de resultados: si ya definiste el lector para tu blog es momento de crear contenido y ponerlo a su disposición.
Tener un blog visible es estrategia: saber a quién le escribo, qué le escribo y más importante, porqué y dónde puedo encontrar a esa persona idealizada sobre la que han corrido ríos de tinta.
Por eso, antes de que te vayas quiero que traces mentalmente tu propio diseño de experiencia: contenido único para personas reales y escrito con identidad.
Cinco sugerencias para un blog visible.
No hay medias tintas ni "veamos qué pasa". Un blog visible lo escribe una persona que sabe lo que quiere. Dicho lo cual, me retiro cantando bajito y te cuento las cinco sugerencias para un blog visible.
1- Quién, qué y porqué. Desde el principios tu identidad, tu propuesta y el propósito que persigas tienen que estar muy claros y expuestos en el blog.
2- La magia del storytelling. Cuando vayas a publicar la centésima receta de torta de vainilla, pueden suceder dos cosas: mantener a tu audiencia cautiva con el arte del relato o podrías considerar cocinar la torta bailando la jota en tanga. No sé.. ambas pueden funcionar.
3- Responder a un problema o necesidad. Punto. La respuesta a un problema es lo único que moviliza a tu lector y si no se siente interpelado, ¿por qué quedarse? Los contenidos extensos, los títulos bien pensados, las guías para hacer todo tipo de cosas y la promoción loca en las redes sociales funcionan.
4- Escribir contenido pilar, evergreen y descargable. Nada nos gusta más en el mundo que descargar PDFs en la computadora para no leerlos nunca más. Por eso vos vas a ofrecerle a tus lectores contenido que profundiza sobre un tema y además, se lo puede llevar a donde quiera y como quiera, en texto en audio o en video.
5- Construir una comunidad en torno a tu contenido. Con tu lista de suscriptores y la audiencia en tus redes sociales, crear una comunidad en torno a tu contenido es el conjuro de la visibilidad.
Si te surgen dudas, urgencias, una necesidad irremediable de comentar o una linda historia para contar, escribime un comentario que soy toda oídos.