El cliente ideal: la versión desmesurada.

El cliente ideal: la versión desmesurada



En este blog también hay un post sobre el cliente ideal. Caigo en las estadísticas, aunque me subleva el alma escuchar el concepto repetido una y otra vez como un estribillo. "Cliente ideal", "buyer persona" y toda formulación más o menos sofisticada de la misma realidad: la persona a la que puedo ayudar mejor y con más solvencia.


En este post, hablemos del cliente ideal en su versión desmesurada. Paciencia, no es una respuesta simple y rápida en forma de decálogo sin embargo, es lo más cercano a la "verdad" que puedo compartir en este momento.


El cliente ideal: la versión desmesurada.


Sin caer en un exceso de pragmatismo, mi cliente ideal no es un avatar de la persona que quiero que me compre. Mi cliente ideal es la persona que me compra. Lamento si decepciono tus expectativas de empaparte en conceptos de marketing online. El tema es que esta desmesurada está más que empapada, ahogada de conceptos.

"El peor error que se puede cometer al iniciar un negocio online es no tener definido tu cliente ideal".

Una y otra vez. Cansador como la canción que suena en los juguetes que nos regala la ancestral cultura oriental. Esa, que hubo un momento que si la volvía a escuchar iba a provocar un chinicidio, un trauma en mi hijo y fue motivo de la desaparición misteriosa de todas las pilas en mi hogar.


El mismo instinto elemental chinicida me provoca la idea de cliente ideal. Es una confesión a ttítulo personal y no porque sea una definición inútil. De hecho, la formulación es muy útil para alguien que está iniciando su negocio online y necesita una formulación clara. 


El tema no es la utilidad del concepto sino el manoseo. Se transforma en tendencia y terminamos por rendirnos a una visión estereotipada y homogénea que nada -pero nada- tiene de relación con la realidad que nos rodea. Te preguntarás entonces por qué insisten tanto en el tema...


Es que es el punto de partida. Lo cortés no quita lo valiente, decía mi abuela. ¡Claro que es un tema importante! ¿Cómo vas a crear un plan de comunicación sin pensar en uno de sus protagonistas? Pero he aquí, el asunto: es una pieza fundamental, de un sistema que funciona orgánicamente y en el cual, la interacción de las piezas es tan importante como cada una de ellas en sí mismas.


El cliente ideal o la persona que compra.



Vos que ya te habías armado el perfil de Juanita, que es una madre oficinista de 40 años, divorciada, con hijos en edad escolar y deseos ocultos de tener un emprendimiento de vainas de vainilla de Madagascar y llego yo con la idea de sistema, partes que interactúan y además, van cambiando según la forma en la cual se vinculen unas con otras.

Si hay un animal complejo en nuestro sistema, somos los seres humanos y pretender que le vas a vender a "las juanitas" porque la transformaste en avatar, peca de ingenuidad. El retrato de Juanita es una simplificación al extremo que te ayuda a:


- Transformar una visión teórica en algo tangible.

- Orientar las pautas básicas del discurso.

- Comenzar una búsqueda de duración indefinida de las motivaciones ocultas de un individuo bio-psico-social que, por supuesto, tiene más vida interior que un invertebrado.


Sea lo que sea que vendas, estás vendiendo un imaginario. Y crear imaginarios requiere que pienses, aceptes la incertidumbre y seas sumamente adaptable a la complejidad de los individuos porque, cuando terminaste de diseñar tu servicio -pensado en torno al retrato de Juanita- ella está tan cansada de recibir cuatrocientos mensajes similares al tuyo que por arte de magia, desaparece.


¿Por qué? Porque tu avatar es un ser humano y se aburre. Los seres humanos, se aburren. Además, quieren pertenecer pero tampoco ser arrastrados por algo más fuerte que ellos mismos. La pobre Juana vive tan bombardeada de discursos que repiten una y otra vez los principios de moda que su propia mente la anestesia.


Estoy segura de algo: entendemos el impulso de Juanita de borrar todas las suscripciones de su casilla de correo e ignorar publicidades. Así que he aquí, la visión desmesurada del cliente ideal: 

Te invito a armar tu buyer persona. Ilustrarlo con fotos si te tranquiliza. Pero el día que olvides que es una persona que se sofistica por segundo, cambia y se aburre.... perdiste. 

Se ha dicho. En este sentido, la verdadera pregunta para definir el cliente ideal en su versión desmesurada es a quién puedo ayudar mejor, con un producto o servicio ofrecido desde el goce de crear o compartir el talento. Cuando respondiste esa pregunta, se produce magia.