La deseada autonomía...

La deseada autonomía...


Al grito de "Tu madre, Camilo en el cuarto" mi hijo de casi dos años me anuncia que, por momentos, puede jugar solito. Y es una sensación extraña...una parte de mí quiere que crezca y sea independiente pero verlo crecer tan rápido me provoca cierto "vértigo emocional". Sin embargo, esos son los momentos en los cuales tengo la satissfacción de que "las cosas están  saliendo bien" (o por lo menos, más o menos dentro de los márgenes de expectativas de los psicólogos) porque significa que lentamente mi bebé conquista su autonomía. Claro, la autonomía tiene un costo: dos horas de limpieza y organización se esfuman como por arte de magia. Pero, ¿qué son dos horitas? Mientras, disfruto ver -desde una prudencial distancia- cómo se comunica con sus juguetes. ¡Quién volviera a ser dueño del pensamiento mágico! Para Camilo, la espuma plast es una torta de cumpleaños y un lápiz la mejor velita. Esta semana va a estar dedicada pura y exclusivamente a eso: a cultivar la imaginación.