Mi amigo Lauti.

Vivimos el embarazo juntas, nacieron con dos meses de diferencia y van creciendo juntos: se adoran y se ignoran con igual intensidad. Hace unos meses era "Tato", hoy que el lenguaje de Camilo evoluciona con una velocidad inusitada (¿conocen algún niño que use la palabra "amoladora"? Bueno, ahora lo conocen) es "mi amigo Lauti".
Mi amigo Lauti.
Andy con los dos angelitos...
Su madre y yo somos amigas desde los doce años, cuando me acerqué para invitarla a conversar con nosotras el primer día de clase en Secundaria. Su madre y yo nos conocemos tanto que puedo considerarla la mitad de mi alma, sin con eso pecar de exagerada. Y a pesar de todo, nos queremos. Su madre y yo respetamos los espacios de cada una, nos apoyamos, nos escuchamos sin juzgar, tratamos de dar opiniones honestas sin herir. Su madre y yo somos amigas. Ellos también.