La familia de Caillou

La familia de Caillou

Los días de este noviembre se me pasaron volando, sin explicarme bien cómo ni haciendo qué...Camilo estuvo complicado con unas picaduras horribles (tomando antialérgico y con aplicaciones tópicas de antibiótico) se acerca diciembre y es tiempo de decisiones laborales y, en el medio, nos fuimos a visitar a la abu en Piriápolis. Además "perdí" a mi confidente de los últimos meses porque mi cuñada se reintegró a su trabajo y nos vemos poquísimo (te extraño cuñada!!!) Lo cierto es que caí en la cuenta de que hacía veinte días que no escribía ni una palabra  y no por falta de ánimo sino porque suelo ser poco disciplinada cuando estoy ansiosa. Bueno, la verdad sea dicha, suelo ser poco disciplinada, punto. De hecho, no quiero hacer un racconto prolijo de las últimas tres semanas porque sería una serie repetitiva de acciones. Por ese motivo, este espacio se lo voy a dedicar a la familia de Caillou.

La familia tipo.


"Caillou" es una serie animada que trasmite Discovery kids, casi a la medianoche. Mi hijo adora al personaje no sólo porque es colorido y tierno sino porque es un momento que comparte con papá. Sólo con papá. Repiten, comentan, analizan y se perfeccionan en la exégesis de las situaciones cotidianas planteadas en la serie a un nivel poco convencional. Entonces, por el interés con el cual la miran, comencé a prestarle atención a la serie de dibujos y descubrí que lo que yo veía en la historia era bastante diferente de lo que veía y comentaba papá.
Yo veo una madre que desde que nació su segundo bebé dejó de trabajar fuera de casa  para compartir más tiempo con sus hijos. En ocasiones la presentan ocupada con una computadora personal, mientras prepara el almuerzo y sus niños juegan en el jardín. Veo una madre que lee y se preocupa por cada una de las rutinas cotidianas, que comparte las tareas de la casa con un padre muy presente que, no sé cuándo trabaja, pero pasa la aspiradora y lava la loza como el mejor. Veo una madre que acompaña sin agobiar y tiene una paciencia infinita frente a los caprichos de los hijos. Hace yoga, les cose las medias, los ayuda a pintar y los fortalece emocionalmente, Y aunque me crispa un poco que sea tan controlada y siempre tenga expresión de alma zen, en términos generales me gusta los valores que trasmite. Tampoco puedo pedirle a una ficción animada más de lo que pueda dar, y no es que le haya dedicado estos veinte días a la reflexión sobre un dibujo animado, pero no creo que sea la historia de un padre y su hijo de cuatro años -para Federico la madre es insustancial en el relato.  Creo que es su forma de manejar la culpa inconsciente por llegar de trabajar tan tarde y perderse ciertas rutinas importantes para Camilo. Casi podría decir que siento algo de alivio: los padres también sienten culpa. La manifiestan de formas diferentes, pero la sienten.

Lo siento amor, es la historia de una "familia". Es sorprendente lo que puede revelar la ficción, si no, hagan la prueba, sienten al marido a mirar Caillou, a ver qué es lo que ve...