Están invitados a subir.
Y a entrar en el dormitorio principal.
La foto del baño principal es un tema aparte. En ella conviven el más bello de los mármoles revistiendo una bañera digna de la opulencia del 900, con un "huevito" para escuchar música y una balanza. Y qué decir de las toallas puestas a secar en las sillas doradas...