Camilo "Update"

Camilo está por cumplir cuatro años. Adora los piratas, el color azul, los ravioles, a Caillou y a la Pantera Rosa. Sigue siendo inquieto, física y mentalmente, No  sólo porque es curioso y le gusta aprender (los egipcios son su nueva incorporación) sino porque no permanece sentado más de quince minutos. Bueno, en honor a la verdad, si tiene hambre en el almuerzo puede ser que esté sentado un rato más... Sospecho que en alguna parte del cuerpo debe tener las pilas alcalinas, porque es lo más parecido al conejito de Energizer, ese que nunca dejaba de tocar el tambor. Pero no es sólo que se mueva, además, nunca se queda callado. El señorito siempre tiene algo más para decir. Y me argumenta como si fuera adolescente. Menuda gracia tener un adolescente de cuatro años. Para colmo de males es tan convincente que, en ocasiones, me es muy difícil rezongarlo porque me debate con mi propia lógica. Del estilo, "tú me dijiste que..." Qué lo tiró, ¿cómo puedo contestarle razonablemente a algo que yo misma dije?

Camilo de 4 años


Afortunadamente, el cambio de jardín fue un acierto. Después de un par de semanas de sufriente adaptación va a su jardín de lo más feliz. Y debe ser el único niño en el planeta tierra que invitó a una compañerita a un "té del amor", lo cual vendría siendo una merienda romántica. Porque si vamos a confraternizar, confraternizamos en serio. Total, mi mamá organiza fiestas, así que armo un "tea party"para vos y lo conversamos... De modo que se ganó el apodo de "príncipe" entre las maestras y se lo tiene merecido porque es comprador como pocos. Para el anecdotario: el otro día me preguntó quién era Drácula, porque lo escuchó en una peli de Scooby Doo. Le conté algunos datos, los menos truculentos, sobre Transilvania y los raptos de mujeres jóvenes y hermosas. Como pareció darse por satisfecho, abandonamos el tema. De noche,  cuando ya estábamos por acostarnos a dormir, se me acerca con una espada de caballero en la mano y me pregunta:

Camilo: - Y el país en el que vivimos cómo se llama?

Yo: - Se llama Uruguay.

Camilo: - Queda lejos de Transilvania?

Yo: - Sí, muy lejos (adivinando que se acercaba una noche sin dormir, soñando con vampiros) Por qué querés saber?

Camilo: - Porque tú me dijiste que Drácula se llevaba a las jóvenes hermosas y si está cerca te va a querer llevar. Yo te voy a proteger.

Y me muestra la espada y yo me muero de amor. ¡Te encierro en una cajita y no te dejo crecer! Nunca antes me dijeron con tanto convencimiento que soy linda. Bendito edipo freudiano, que podemos vivirlo sin culpa hasta los seis años. De última, quién dijo que la historia de Edipo era tan terrible. Tampoco es para exagerar tanto. Mató al padre, se casó con la madre, se sacó los ojos con un prendedor, nada como para escandalizar. Que hay telenovelas que son peores.

Camilo de 4 años
Esta foto la hicimos para el Jardín, con la mascota de su salita.
En fin, se me hizo un poco largo nuestro "up date". Lo cierto es que Camilo crece y va adquiriendo su propia identidad. Por momentos descubro rasgos nuestros en él, pero también me sorprendo observando cómo es una persona diferente, que tiene sus propios deseos e intereses y sin duda, parafraseándolo, "es mi persona favorita".