De portavelas, DIY y bautismos.

Con un envase de Pringles, otro de jugo de manzana y algo de yeso París, estuve experimentando ayer por la mañana. Hacía años que no "jugaba" con yeso, pero siempre fue un material amable conmigo. No sólo porque lo tenía muy a mano en el taller de mi padre sino porque es muy fácil de manejar, especialmente para las que no contamos con grandes habilidades manuales. No sé si alguna vez lo mencioné pero soy zurda, de las zurdas que tienen verdaderas dificultades para abrir una puerta de vaivén. Ahí donde dice "tire" yo "empujo". Lo sé diestros queridos, suena absolutamente absurdo, pero desde atarme los cordones hasta usar un abrelatas fueron desafíos de aprendizaje. Mi consuelo es conocer a otros zurdos con el mismo dilema (traten de usar un abrelatas convencional con la mano izquierda y siguiendo las instrucciones de una persona que usa la mano derecha. No es sencillo, créanme) En fin... aunque no soy una virtuosa, disfruto de las manualidades. Pero, como es bueno ser conciente de los propios límites, intento no ser ambiciosa y me contento con pequeños logros. Las mías son "Crafts for dummies". En este caso, la idea que tengo en mente es ensayar con algunos proyectos simples y de poco presupuesto para la  ambientación del bautismo de Paulina, mi sobrina de tres meses.

Portavelas hecho a mano.

No hice más que mezclar, batir y verter en los moldes. Dejé secar por una hora y, de puro ansiosa, quise fotografiar los portavelas sin terminar para ver el efecto de las luces en las imágenes. Así que busqué un rinconcito oscuro (lo opuesto a lo que buscaría habitualmente) y algunos accesorios. La flor es una marimonia de mi jardín y el gordito en el portaretratos es Camilo, cuando tenía un año y todavía hacía "viejitas".

Portavelas hecho a mano.

En mi imaginación, sobre el cilindro realizado con el envase de Pringles iría un contenedor de vidrio, o quizás un vaso que se ajuste al diámetro superior. Quisiera hacer unos cuantos de distintas alturas para colocarlos en una mesa de bienvenida con fotos y flores naturales. Nada complicado. En este caso, el yeso de los portavelas no tiene otro tratamiento que una ligera lijada en los bordes y algunas líneas talladas con un punzón. Suelo preferir los materiales con sus acabados originales, pero es probable que mi cuñada quiera pintarlos y añadir algún detalle femenino y temático, como el angelito que eligió para las estampas  que diseñamos hace unos días. Obviamente la voy a complacer. Nunca se debería contradecir a una mamá reciente: suele ser una mujer cansada y agobiada por las hormonas. Si además, está casada con mi hermano menor, es una muy mala combinación (te quiero Nico). A propósito de este devaneo, en Uruguay, hoy es feriado. Feliz descanso para todos! Especialmente para vos Gimena.