Dolores de crecimiento en los niños

Dolores de crecimiento en los niños

Dolores de crecimiento.


Desde el invierno pasado Camilo se despierta ocasionalmente en la madrugada llorando de dolor. Intenta dormirse, acomodarse en la cama, pero no puede: le duelen las piernas y siente calambres (o eso es lo que yo entiendo, de acuerdo a lo que puede explicarme con sus palabras) Se imaginarán que mi gen materno-fatalista imagina espantosas posibilidades que no me atrevo a mencionar siquiera... Sin embargo, hasta la madrugada de este viernes pasado había logrado mantener la calma, haciéndole masajes y hablándole suave para tranquilizarlo. Esta noche me desesperé. Ver sufrir a un hijo es insuperable, razón por la cual cada día admiro más la valentía y la fortaleza de las madres que cuidan y educan hijos con enfermedades congénitas. Por suerte el padre -que no es precisamente valiente cuando se trata de enfermedades- nos calmó a ambos y después de unas horas de insomnio y lágrimas, me fui a trabajar con un hijo feliz, acostado en "la cama grande" mirando en la compu imágenes de "nenes que les duelen las piernas" (recurso de no-marido para distraerlo y para explicarle que lo que estaba sintiendo era normal)

Personalmente creía que los dolores de crecimiento eran un mito. Nunca experimenté tal sensación y Federico tampoco recuerda haber sufrido dolores cuando niño. A pesar de esto, existen los mentados dolores e incluso tienen un componente hereditario. Con Camilo descubrimos que para algunos niños, crecer duele. Literalmente. El momento en el cual los cartílagos y los músculos se estiran, resiente terminales nerviosas que provocan dolores y calambres. Y si bien nunca se debe descartar una visita al médico a modo de control tienen características fáciles de reconocer.


Características de los dolores de crecimiento.


- Se producen en ninos de 3 a 7 años.

- Son dolores nocturnos.

- Se presentan con más frecuencia en invierno.

- El dolor se focaliza en las piernas: en la rodilla y en el talón.

- Se acompaña de calambres.

- No es un dolor simétrico: no necesariamente duelen las dos piernas.

- Suelen ser más comunes en niños que en niñas (pero no excluyentes)

- Se asocian a períodos de gran actividad motriz.

Cómo actuar frente al dolor del niño


Frente a un espisodio de dolor tenemos que tener en cuenta que no esté acompañado de fiebre, enrojecimiento o hinchazón. Descartados estos síntomas, lo mejor es:

- Realizar masajes,

- Ejercicios de estiramiento 

- Aplicar calor localizado.


Cuando nada funciona...


No soy una fanática de los analgésicos y mucho menos para los niños, pero con consentimiento del médico puede suministrarse un analgésico suave, de los que venden sin receta en la farmacia y en su versión líquida. Debo reconocer que, consulta médica de por  medio, me quedé más tranquila. Pero la próxima vez que vaya al pediatra voy a insistir en que evalúe si es necesaria una radiografía. Contame, ¿a vos te pasó? ¿Tu hijo sufrió o sufre dolores de crecimiento?