Qué pasa cuando mamá tiene que salir?

Mamá trabaja

A veces (y que conste que es sólo a veces) una madre reciente necesita salir. No para disfrutar de una tarde con amigas, ni para renovar el guardaropa de la temporada, sino porque debe hacerlo. Ya sea por trabajo o por algún trámite estrictamente personal, en ocasiones los bebés quedarán por unas horas en manos de  papá. Y si bien un alto porcentaje de madres, inconfesadamente, pensó en dos o tres opciones diferentes antes de la resolución final, en definitiva es el padre de la criatura... Entonces cede al sentimiento de culpa y a los pensamientos que le anticipan catástrofes insospechadas (no hay nada más exagerado que una madre..) y le pregunta al susodicho: te podés quedar un rato con el bebé?

Grandes verdades a la hora de dejar un bebé en manos de su padre.


1- Primera gran verdad en la eterna batalla de los sexos: mamá pregunta, papá anuncia. Dónde se ha visto a un padre cuestionándose si puede ir a jugar al fútbol con sus amigos?

A no exagerar...hay padres que aceptan encantados la oportunidad de estar a solas con su bebé y no dudan ni medio segundo en decir: "salí tranquila". Pero, como la vida es vida, también están los otros... Los que empiezan a sudar y tartamudean antes de responder : "por cuánto tiempo?"  Hay que ver la ansiedad que le puede provocar a un "hombre hecho y derecho" el simple anuncio de que se va a quedar solo con su hijo por un rato.

2-Segunda gran verdad en la eterna batalla de los sexos: algunos hombres creen que la maternidad es un instinto. Que forma parte de nuestra naturaleza femenina y que nacemos sabiendo cómo calmar a un bebé cuando llora. Error, craso error. Las mujeres vivimos la misma ansiedad frente al recién nacido, pero sin duda, somos más "guapas".

Para ellos, para los que creen que sólo mamá puede calmar el llanto de su retoño, va esta simple información de una humilde madre primeriza. Padre: es un bebé no un gremlin. No se transforma en monstruo cuando se moja. Es verdad que durante el período de lactancia es difícil consolar a un bebé que extraña el pecho de su madre. Pero no es el armagedón, ni va a sufrir traumas insuperables por extrañar la teta. Necesita sentirse seguro y querido. Necesita saber que estamos allí cuando llora para consolarlo. Es verdad, pueden tener una fuerza en los pulmones que desmiente toda lógica anatómica, pero no está enfermo ni "rechaza tu olor"(gran teoría del tío Nico, padre reciente de Paulina) ni hay una conspiración madre-hijo por hacerte sentir miserable, aunque sea una idea tentadora. Los bebés lloran para expresarse. Con mamá también lloran. Y a veces no sabemos por qué.  En consecuencia padre, a no tener miedo. A decirle a tu mujer, "salí tranquila" con la seguridad con la que hablás de fútbol en la sobremesa. Esa madre será una madre agradecida...

3- Tercera gran verdad en la eterna batalla de los sexos: una madre agradecida, es una mujer agradecida. Ustedes me entienden, no?