Improvisemos que es divertido.
Digamos que esta "primera edición" fue un tanto improvisada. Con lo que teníamos a mano y algunos detalles de colores para alegrar el SUM de la tía Marta. Todos los adultos colaboraron de una forma u otra: la tía Memé hizo la torta de chocolate, la mamama colaboró con la pizza, las primas Silvana, Gabriela y Daniela con refrescos, la tía Carla con su fainá, Bea trajo pebetitos para los niños y a mí me tocó poner la mesa y llenarla de golosinas. Esfuerzo compartido para verlos disfrutar de su día. También tuvieron juegos, les pintaron las caritas, les hicieron figuras con globos -no pegamos una con las animadoras, pero se entretuvieron un rato- y muchos regalos! Tal vez sea la forma de inaugurar una tradición familiar, un recuerdo que perdure para nuestros niños más allá de los regalos materiales, siempre tan efímeros. El sentirse en familia, el saber que son parte de un grupo de personas que los quiere y los apoya, deja huellas.
Feliz día del niño para todos!