Después de un día del niño saturado de regalos, rodeada de material plástico por los cuatro costados de mi casa, necesitaba volver a contemplar las fotos que tomé el sábado en "La Pasionaria". El dinosaurio tejido en crochet, es lo más lindo que he visto en este agosto de juguetes.
Carolina, la encargada de la tienda, nos explicó que son tejidos a mano y cada pieza es única, al igual que los muñecos de fieltro y los objetos decorativos para el dormitorio de los más chiquitos.
Si por casualidad andan cerca de la calle Reconquista, pueden entrar en el 587 y perderse mirando los objetos de diseño para todas las edades. Si tienen tiempo, tomen un café en "Doméstico" y pidan el budín individual de chocolate con salsa de naranja, no se van a arrepentir. Yo me tomé mis "cinco minutos" (en realidad fueron tres horas de charla con mi amiga Ro, gracias mamama por cuidar a Camilo) y volví enamorada del lugar y su propuesta, tan ajena de las imágenes comerciales de los cientos de mailing con juguetes que, seguramente, no los entretienen ni cinco minutos. La intuición me dice que el bebé que reciba ese dinosaurio, lo va a atesorar de por vida.