No veo el momento de pintar el machimbre de blanco. O al menos, sacarle el brillo del barniz. No: pintarlo de blanco. Sin duda. Había pensado en reemplazarlo por placas de yeso, pero el presupuesto de emergencia no llega tan lejos.
También encontré alguien que puede ayudarme con los almohadones. Así que en breve, los brillos chinescos que se aprecian en la imagen van a ser sustituidos por almohadones con un poco más de onda. No será la cámara vintage que adoré, pero seguro van a mejorar bastante el ambiente. De todas formas, con la llegada de los días más largos y cálidos, este es un espacio que usamos mucho menos.
Lavandas, pensamientos y calas florecidas. ¿Ya mencioné que adoro las calas? Con el buen tiempo no sólo la naturaleza florece. una metáfora obvia que sabrán disculpar en una madrina orgullosa: miren a los melli y a su mami, con un vestido a lunares que te morís de amor. 32 semanas y seguimos contando.
De esta forma pasan los días y nos acercamos a la primavera en "la casita temporal" como dice Camilo. Este momento es ideal para concluir con proyectos y detalles que me dieron pereza en el invierno y que ahora puedo hacer al aire libre. El viernes nos vemos.