Mi hijo tiene miopía.


Mi hijo tiene miopía.

A los tres años, los niños tienen que realizar su primer control oftalmológico. Salvo indicaciones médicas específicas, no se realiza la consulta antes de esta edad. Nosotros estábamos un poco atrasados porque, no crean, conseguir hora para el oftalmólogo puede ser más complejo que coordinar un casamiento. Los segundos, puedo. Conseguir turno en la Médica...prefiero tratar con proveedores diversos. Pero en fin, la visita llegó antes que el cuarto cumpleaños por veinte días. Distinto fue cuando ya estuvimos por allí. Fue la consulta más rápida en cuatro años de Médica Uruguaya. Salimos en media hora. Un récord. Y nos atendieron divinamente. Otro récord. La oftalmóloga tenía tanta buena onda que me dieron ganas de preguntarle si atendía adultos.
Camilo en el doctor
Considerando la herencia, esta visita no me generaba ansiedad. Era la crónica de una miopía anunciada. Hagamos un repaso simple: el abuelo paterno era miope. La abuela paterna, miope. Mamá es miope. Papá, miope. Conclusión... Sin embargo, tenía cierta esperanza de que fuese un proceso más lento en mi hijo. Yo misma empecé a usar lentes cuando estaba terminando el liceo y Fede bastante después. Pero Cami ya tiene miopía. Al punto que nos recomendó volver en seis meses para evaluar cómo avanza y allí tomar una decisión. Por las dudas y para que se habitúe a la idea, le estuvimos mostrando lentes para niños y explicándole lo que significa ser miope. Para ser honesta, preferiría que evitara los lentes todo el tiempo que sea posible, pero creo que la próxima salimos con la receta en la mano. Así que, el futuro como golero de la selección no va a poder ser. De todas formas, le gustan más los libros que las pelotas, así que por ese camino no teníamos grandes esperanzas.

Camilo en el doctor

Un niño que "se portó precioso" y siguió todas las indicadiones de la doctora obedientemente... A menudo me sorprende cómo actúa frente a los adultos que le rodean. Estuvo tranquilo durante la revisación y se fue tan tranquilo como llegó. De camino, un jugo multifrutas (atención: este espacio no está patrocinado...) y la evidencia de que cada vez me parezco más a mi papá.

Camilo en el doctor