Había una vez una madre cansada. Muy cansada. Que comenzó a leerle un cuento a su hijo (de esos cuentos que usan las madres cuando quieren que sus hijos entiendan que es hora de dormir) y se quedó dormida mientras leía. Erase una madre que, al día siguiente, encontró su ropa de cama personalizada...
Para los neófitos en el sistema iconográfico, estos pictogramas significan la inminente llegada de la primavera, simbolizada por una margarita king size que pueden apreciar en la primera fotografía. Y lo que ven a continuación es mi nombre: mamá Paula. Llegado este punto, cuando una madre no sabe si comérselo a besos o hacerlo lavar las sábanas a mano, el infante se explica:
- "Es que sos linda como una flor, por eso la dibujé en tu cama".
Seductor descarado, será el primer hombre que intenta engañarme con argumentos tan convincentes. Por si les queda alguna duda, esta madre lo mandó a pensar sobre sus acciones. Después de comérselo a besos.