Ranchito de setiembre

Atardecer en Playa Grande

Una de mis aspiraciones desde que tengo memoria es vivir en el campo. Es un cliché, lo sé. Pero es que una no puede ir por la vida evitando los lugares comunes. Entre mis sueños más arraigados siempre estuvo tener una casa en un entorno verde, agreste y escasamente poblado. Como la playa no es mi lugar en el mundo, Cabo Polonio nunca me resultó seductor. Además, léase con atención: escribí "escasamente poblado", no "escasamente civilizado". Yo necesito luz, agua corriente, sistema sanitario y ADSL. Y para ser honesta les diré que puedo acarrear agua de un pozo, pero no me pidan que viva indefinidamente sin internet. Una temporada puede ser desintoxicante y renovadora, pero una convivencia con los elementos y sin conexión a Google es difícil de imaginar. No sé si soy un animal social pero seguramente soy un animal 2.0 (probablemente no existiría la filosofía griega si Aristóteles hubiese tenido una cuenta en Pinterest) En fin...qué forma de perderme por las ramas. Lo cierto es que algunos sueños se cumplen. No de la forma en la que los imaginamos, ni en el momento en el cual los esperábamos, pero se cumplen.
Pintando la casa

Tengo mi ranchito perdido en medio de la nada. Bueno, casi: entre los cerros y la playa, porque había que hacer concesiones a la parte masculina de esta familia. Sin embargo, mi sueño está en obra...nuevamente. Todo lo que habíamos avanzado acondicionando el jardín, se retrocedió con la realización del revoque exterior. A no quejarse! En dos días de trabajo, la montaña de escombros ya no está, pintamos la cerca y la casita tiene color...No esperen nada deslumbrante, porque no me caracteriza la intensidad. Me encantaría mostrarles las fotos del "después" en este preciso momento, pero por algún motivo el señor Blogger no me deja cargar y dimensionar más que dos imágenes. Así que, o soluciono pronto este temita o tendré que intentar un cambio de plantilla. La que tengo está tan "manoseada" por mis inexpertas manos que seguramente sufre las consecuencias de mi atrevimiento en el mundo de los lenguajes virtuales. Es que yo veo la plantilla de HTML y pienso en la matrix... Se verá lo que sucede con mi Desmesurada en el futuro cercano. Por lo pronto, el miércoles les muestro las imágenes del ranchito con su cara nueva. Feliz comienzo de semana!