Estaba dispuesta a esperar. Como un mantra me repetía que "no era el momento" de compras impulsivas ni adquisiciones costosas. Es verdad, necesitábamos sillas para la cocina. Sillas livianas, transportables y que se adapten a otros espacios en el futuro, porque sabemos que nuestra permanencia en la casa está limitada en el tiempo. Pero también es verdad que no podemos invertir sin restricciones. Si no tuviera condicionamientos, confieso que compraría unas Tolix. Me gustan irracionalmente, en todos colores. Definitivamente me atrae el estilo industrial: los espacios abiertos, el ladrillo, la madera, el hierro y el acero. Los objetos que conservan las marcas evidentes de la historia y los que tienen un presente que en nada conserva su función original. Tan deseadas como inaccesibles (no se trata de eso el deseo?) pensé en alternativas. La primera que llegó a mi imaginación fue una silla liviana, el modelo "Mariposa" de Jacobsen.
Un diseño limpio y simple. Ideal para una cocina en la que predominan los tonos neutros. Sin embargo, luego de publicar este post sobre la cocina "casi terminada" en función de los comentarios que tan generosamente compartieron conmigo, pensé en tomarme un tiempo para buscar sillas con "carácter". Sillas a las que pudiera darles una segunda oportunidad. Ya sea pintándolas o conservando su aspecto original.
_dine1.jpg "Decorar con sillas vintage")
Entonces pasó lo inesperado. Me encontré con ellas por casualidad y no podía dejarlas pasar. Tenían ese sabor a infancia, a fiestas del colegio a tablados de barrio. Ya no se hacen y si no me equivoco son objetos de colección. "Sillas vintage" que le dicen...
No-marido estupefacto por la elección pero habituado a mis decisiones inexplicables desde la razón pura, me las regaló (sí!!!) Madre de acuerdo. No le encantan, pero si yo las quiero...Cuñada inconsolable por las sillas de madera perdidas. Hermano que mira de reojo y no juzga. Paula feliz con sus sillas. Camilo, feliz con mamá, por ahora.
Sin ornamentos. Simples al extremo. Sólidas.
Les espera un cambio. Como saben, las escucho y considero todas las opiniones, de hecho ellas no estarían aquí si no fuera por quienes me alientan a quebrar los prejuicios convencionales, abriendo horizontes, pensando lateralmente con respecto a los cánones de la estética clásica. Estas sillas, quieren conocer qué colores les esperan, me ayudás?
