El mueblecito con onda.

Mueble retro

El estaba solo, abandonado, reclamando que alguien reconociera su historia, su forma, la nobleza de su madera...

Mueble retro

Y esta humilde servidora -amante de las casas de usados- estaba necesitando una mesita liviana y con onda para la habitación de su ranchito. Un espacio para los libros de turno y la veladora.


Mueble retro

Fue entonces que se encontraron mi necesidad de un mueblecito fácil de transportar y su deseo de no transformarse en leña de algún asado ignoto.

Mueble retro

Y créanme cuando les digo que, inmediatamente, supimos que nos pertenecíamos e íbamos a seguir juntos por muchos años. Al menos hasta que mi hijo decida que todos los muebles que tengo son espantosamente anticuados y poco funcionales. Porque eso es lo que hacen los hijos, no?

Mueble retro

Mientras tanto, vamos a darle un poco de amor en forma de limpieza y pintura. Nada radical o complicado: el "extreme makeover" no es lo mío. 

Mueble retro

Si alguien se conmueve con esta historia de amor correspondido y, además, sabe cómo puedo sacar los restos de pegamento de la superficie de la madera, que escuche mi llamado a la opinión pública y escriba en forma de comentario, su mejor consejo.

Mueble retro

Ellos estuvieron buscando soluciones... pero me parece que se entretuvieron con otras cosas porque esa carita no tiene nombre de solvente para maderas.



Se acerca el fin de año y se me acumulan los proyectos, pero estoy inaugurando una actitud zen: que todo fluya. Por ahora, me voy a fluir al "Macro del día" del Blog de Nika.