Fin de semana lejos del ruido y con pocas ganas de volver a la rutina...Comprenderán que estoy de vaga total. Si no fuera porque tengo dos fiestas pendientes, varios pedidos en la bandeja de entrada y cinco reuniones finales -sí señor, soy profesora de Literatura- me quedaba fotografiando gaviotas toda la semana. O viendo crecer las flores en el ranchito.
Mientras mi no-marido se encarga de las tareas "pesadas" (si es que cortar el césped califica dentro de esta categoría)
Y yo lo miro votando por mi portada preferida para el libro de Marce, de Colorín Colorado y ojeando blogs lindos e inspiradores (creo que fueron bastantes más de los que tengo oportunidad de leer durante la semana...)
Si se preguntan dónde está el pequeño desmesurado, la respuesta es sencilla, luego de una mañana de playa
cayó rendido, y duerme una siesta reparadora (para él y para nosotros...)
Pero antes, nos declaramos amor eterno.
Feliz lunes para todas! Y si quieren ser testigos de como pasó este año por el ranchito, pueden ver en qué andábamos el noviembre pasado.