Este es un mensaje sobre el aprendizaje y sus diversas formas... Resulta que hace unos días encontré un tutorial en Pinterest que rápidamente se integró a mi tablero de "Proyectos que debo intentar". ¿Por qué? Porque necesita pocos materiales, es sencillo y el resultado final (al menos en las fotografías del tutorial) es atractivo considerando la materia prima de la que partimos: pintura acrílica, un cd para reciclar y una estaca.
El procedimiento es muy simple: pintar el cd de negro con la pintura acrílica, diseñar un patrón para transferir, marcar este diseño sobre la superficie pintada con un instrumento punzante. Aunque tengo estacas de metal -y considero que una lapicera sin tinta habría sido igualmente útil- personalmente utilicé un palito de brochette para marcar. Hasta allí, todo parecía ideal en mi universo de soluciones "exageradamente simples". Entonces, surgió el pensamiento desmesurado: este es un paso a paso a prueba de Paula, ¿en qué me puedo equivocar?
Y como soy exageradamente humana, me equivoqué. Para que tus felices y hábiles manos no cometan los mismos errores, voy a explicitar lo obvio:
1- En primer lugar, para trabajar hay que elegir el anverso del disco. En ese sentido, son preferibles los cd que no tienen ilustraciones y en los cuales se presentan la menor cantidad de diseños y escrituras. El más silvestre de los discos compactos.
2- Por otra parte, hay que elegir el diseño adecuado. He aquí mi error. Apurada por conseguir el resultado final, intenté a mano alzada el más pedestre de los motivos. Mi primera equivocación fue seleccionar un patrón vertical. ¿Por qué? Porque el centro del disco es transparente y allí no se aprecia el marcado (como pueden observar en la foto anterior). Ergo, un patrón circular o radiado es la mejor opción.
Tantas horas de matemática liceal dibujando pavadas para nada! No sólo porque soy una pera en cualquier tipo de operación exacta sino porque uno solo de esos garabatos concéntricos que habrían asustado -justificadamente supongo- a los psicólogos de mi colegio, fue mil veces mejor que este diseño a las apuradas. "Bandidito" diría mi madre. Adjetivo que aplica a las tortas cuando no le quedan como quisiera porque las hizo a las apuradas. ¿Notan el patrón genético?
Las que ejercitan la paciencia y trabajan con esmero, pueden elegir un mandala y transferirlo con carbónico amarillo a la superficie. Para las que son artistas por naturaleza, la mano alzada es un recurso que me permito envidiarles sin ningún pudor. En conclusión, que mi ejercicio fallido tenga su moraleja: "no se distraigan en el liceo". Ah, no! No era esa! Era ésta: "las cosas hechas con paciencia -o el aburrimiento que provoca una clase del secundario- son las que salen mejor". Y sepan además que los intentos fallidos también son válidos para compartir, así que me sumo al finde frugal de Marce con un regalo para las laboriosas.
También para las desmesuradas, que somos unas cuantas por el mundo. Eso espero...
Feliz fin de semana para todas!