Plan de contenidos para tu blog.



Las casualidades no tienen cabida en mi sistema de creencias. Por eso, no considero casual que tantas emprendedoras creativas se sientan identificadas con el "síndrome del objeto brillante". La creatividad es un don pero también es una de las formas de la excusa: amparadas en la proliferación de ideas que nos habitan, terminamos por no concretar ninguna. 

Hoy, que observo con curiosidad y admiración los procesos de las mujeres que emprenden, comprendo que es una característica común al género la disipación de energía en tareas aparentemente urgentes que nada aportan a nuestra vida cotidiana o al crecimiento de nuestros proyectos personales.

También pude comprobar que, justo en el momento en el cual estamos por concretar el sueño al cual queríamos darle forma, surgen una cantidad infinita de posibilidades en la imaginación desbordada. Todas tentadoras. Todas plenas de potencial.

No es extraño que este sea el instante del destello, cuando el objeto brilla y nos distrae. Porque, seamos honestas, iniciar un plan, darle forma a una nueva idea es más simple que lidiar con las consecuencias de hacer realidad un proyecto que ya dejó de ser un sueño lejano.

De la misma forma, tentadas por nuestra capacidad de crear espontáneamente, evitamos planificar de forma tangible. No te equivoques: tener una ciudad mental no te convierte en arquitecto de tu futuro. Mientras más edificios construyas, mientras más crece tu urbanismo psíquico, más necesaria es una brújula. Una hoja de ruta, un plan A.

Planificar el contenido editorial de tu blog para los próximos doce meses es una de las formas de trazar el mapa de tu ciudad imaginaria. No es un plan definitivo. No es la última palabra. Es una guía para caminar sin perderte por las callecitas de la duda en esos momentos en los que el entusiasmo baja y no sentís tanta certeza sobre lo que estás haciendo y la forma de abordarlo.

El mapa de tu ciudad mental.


Te propongo que, si ya encontraste los temas a desarrollar, avances un paso y los calendarices. En un post reciente compartí doce técnicas para explorar temáticas significativas para tu blog Es un avance que los hayas encontrado. Que cuentes con una batería de tópicos para abordar. Ahora, que dejen de ser una lista y se transformen en un plan.

Elegí tu método para hacerlo. Personalmente y hasta ahora,uso el papel como recurso infalible. Comprendo el avance técnico que suponen Evernote y Google Calendar pero necesito escribir mi plan en papel para darle estatuto de real.

Tener un plan editorial.


Mi procedimiento es sencillo. Busco en la red el calendario imprimible. Hay tantos y de tan variadas formas que no me atrevería a recomendar uno en particular. Suelo elegir los que son blancos y minimalistas para no distraerme con el diseño. Porque ese es otro punto desmesurado: cuando un objeto de papelería es bello, me distrae. En ocasiones, me inhibe porque quiero conservarlo prolijo. Es la muerte por agenda molona, parafraseando a las amigas españolas. 

En general, imprimo los doce meses en hojas A4 pero solo mantengo a la vista un trimestre. Entonces llega el momento de despuntar el vicio:

  • Cada mes tiene como encabezado el tema elegido.
  • Marco las fechas de publicación.
  • En cada fecha de publicación escribo un sub-tema posible.

Los primeros tres o cuatro subtemas surgen con facilidad pero los otros...hay que pensarlos. Por eso de que la inspiración te tiene que encontrar trabajando. Aunque esto no significa que eternices el calendario a la espera de la epifanía. Si ese día no se te ocurre nada, se sigue adelante. No tiene otra consecuencia.

Lo maravilloso de las ideas suele ser que son caprichosas e impredecibles y es probable que mientras estés haciendo cualquier otra cosa, tengas una visión clara sobre lo que te gustaría escribir en enero para que tu blog esté activo.

Desautomatizar la mirada.


Si te cuestiona confiar en la llegada de la lucidez, te propongo una actitud de observadora participante en la vida. Ser una observadora participante supone desautomatizar la mirada y observar lo que te rodea como si fuera nuevo.

En ocasiones, cuando somos apasionadas de un tema y construimos nuestro blog en torno a él, pecamos de algo que podríamos llamar "la mirada experta".  No significa un título legitimado y tres posgrados. Sos experta en tu tema porque te apasiona y la pasión  suele ser más intensa, motivadora y formativa que la academia.

Una persona apasionada por su tema, busca información de manera voluntaria, compra libros y revistas, lee blogs y si el tiempo se lo permite, asiste a cursos y talleres. Sos una apasionada entonces es muy probable que seas una experta o que llegues a serlo.

Quisiera decir que en ese momento todo son ventajas sin embargo, la mirada del experto puede ser una barrera difícil de traspasar. Por dos motivos de los que se habla poco: porque ya no se percibe la importancia de lo básico. Porque luego de lograr la experticia, cualquier paso atrás se siente poco significativo.

O dicho de otra forma, luego de obtener pericia, se establecen los parámetros del conocimiento en un umbral altísimo: el de los expertos. Y en tu blog no deberías escribir para expertos sino para personas que disfrutan de tu tema y quieren compartir e intercambiar información. Sonar inteligente es uno de los grandes problemas de la experticia. 

Así que, a limpiar la mirada y a volver a mirar como en aquel momento en el cual te enamoraste de tu tema. Sí, cuando era un terreno virgen e inexplorado. Antes de que le construyeras todas las calles y los edificios. Eso, es desautomatizar la mirada.

Recuperando una mirada sin prejuicios, surge con claridad todo lo que un lector que se inicia quiere y necesita saber. Entonces, se escribe en el calendario. Al principio no va a tener forma. Van a ser ideas sueltas y poco a poco aparecen las conexiones.

¿Qué ejercicio desautomatiza la mirada? Desintoxicarte de contenido. Dejar de preocuparte por el tema y preocuparte por quienes leen. Salir, caminar, tomar aire y mirar la nada sin buscar una respuesta concreta. Nada sofisticado sin embargo, funciona. 

Plan de contenidos para tu blog.


No desestimes el poder del papel, el solo hecho de tener el calendario te recuerda que es necesario que lo llenes porque tenemos una tendencia natural a rellenar vacíos. El aprecio del vacío es virtud de pocas. La mayoría de nosotras siente la compulsión de ponerle palabras a los espacios desiertos. 

Por hoy me despido, es la fiesta en la escuela de mi hijo y ahora que me acuerdo tengo que inventar un disfraz de ganso.