Cuando los planes se desvían y todo intento de organización falla, aún en esos momentos en los que nos gana el desaliento, los obstáculos terminan por conducirnos nuevamente a nuestro camino.
Una computadora quemada en el medio del campo y una cámara que no funciona durante un webinar planificado un mes antes, pueden sacar de quicio a cualquiera. Si añadimos un corte eléctrico en toda la ciudad a la hora menos pensada, tenemos un cóctel explosivo.
¡Me encierro en mi caparazón y me avisan cuando Mercurio deje de estar retrógrado!
Sin embargo, con sorpresiva calma para lo desmesurada que soy, decidí actuar. Me concentré en las soluciones y no en el problema. Sentí impotencia: parecía estar viviendo una broma de mal gusto del guionista de la vida para probar cuánto quiero lo que digo querer.
En el proceso, entiendo que escribir un blog es también esto: contarte que a veces, las cosas no salen como se planifican. Que pasa en el momento menos oportuno y no hay emoción que no habite el cuerpo mientras buscamos soluciones para un problema que amenaza todas nuestras resistencias.
Se hizo presente una idea que ya tuve hace algunos meses: La Desmesurada es un blog sobre estrategias de escritura pero también es el espacio de una mujer que tiene un propósito, una familia, amigas y un emprendimiento que quiere crecer pero no a toda costa. No si tengo renunciar a quién soy para lograrlo.
Mi primera lección aprendida: todo blog profesional es un blog personal.
Por eso, van a seguir existiendo posts desmesurados en los que recuerdo que el mayor beneficio de escribir un blog es crecer como persona.
¿Cuáles son los beneficios de escribir un blog?
- Sentirte fortalecida por superar obstáculos.
- Recordar que no estás sola y que, del otro lado, hay mujeres igual de decididas.
- Asumir que no siempre la vida "fluye" con nuestros planes. Y eso puede ser lo mejor.
También sentarte a escribir para personas que no necesariamente esperan el truco de marketing, la lista de los 10 mejores tips para organizar tu contenido editorial o la herramienta que salve su negocio. También están allí buscando inspiración y conexión.
Ahora sí. Llegó el momento místico: me voy a prender una vela blanca porque queremos que los dioses de la tecnología sean propicios.