Empezar un blog es una decisión. No es ese tipo de acción involuntaria que ocurre sin que puedas evitarlo. No es algo que pasa casualmente. Aunque solo lo intuyas, abriste un blog porque necesitabas expresar "ese algo" que latía dentro tuyo y todavía no tenía nombre.
Por eso, no dudaste cuál iba a ser el tema de tu blog. El tema de tu blog es aquel sobre el cual podrías hablar por horas con una completa desconocida en una sala de espera. Ese tema que te conecta con otro ser humano que hace cinco minutos era un extraño es el material del cual tiene que nutrirse tu blog.
¿El tema de tu blog te apasiona tanto que pasaría la prueba de la sala de espera? Genial. Entonces no existe duda respecto a tu mensaje. Te propongo que además, pienses a quién escribirle y por qué.
Me caigo y no me levanto con "el nicho de negocio".
El marketing digital tiene un vocabulario florido. Cada vez que escucho la expresión "nicho de negocio" algo en mis vísceras se rebela. Sin embargo, entiendo perfectamente lo que nombra: no es otra cosa que la particular convergencia entre tu pasión, tus habilidades y la definición específica de lector para tu blog profesional.
Porque ser una apasionada de tu tema es tan esencial como que tu pasión esté en armonía con tus habilidades. Seamos honestas, puede fascinarme la idea de ser cantante pero es preferible leerme que escucharme cantar.
Amar el tema del que vas a escribir es el punto de partida pero ese fuego interior sin combustible que lo mantenga encendido, no se sostiene en el tiempo. Y sin nadie que quiera leerte, ni te cuento. Si definir lo que te apasiona es un conflicto y tus habilidades son un secreto, todavía te queda camino por recorrer.
Bautizar tus deseos, alinearlos con tu capacidad de hacer y construir el relato para contarle esta historia a alguien más es el paso previo a monetizar un blog. Porque no estamos hechos de átomos sino de historias y la historia reclama de igual forma al narrador que al receptor.
¿Cómo defino a mi lector-cliente ideal?
Formas académicas de definir tu nicho y tu lector-cliente ideal hay muchas y todas ellas pueden serte útiles para especificar el retrato de tu lector. Te recomiendo que leas este artículo sobre el mapa de empatía, creado por Xplane, que se sintetiza en la siguiente imagen:
Es un diagrama simple en el cuál mediante seis preguntas se define a la persona (el ser humano con nombre propio y sangre en las venas) que representa a tu cliente potencial.
Es un diagrama simple en el cuál mediante seis preguntas se define a la persona (el ser humano con nombre propio y sangre en las venas) que representa a tu cliente potencial.
Te propongo un ejercicio para orientarte en la creación del retrato de tu lector: volvamos a la sala de espera. Sí. A la misma sala de espera en la que estuviste hablando con una desconocida sobre quién sabe qué bueyes perdidos.
¿Cómo es la persona sentada a tu lado? No es alguien a quien le responderías simplemente por educación. Es alguien con quien te resulta agradable entablar una conversación porque sentiste que estaban en la misma sintonía.
- ¿Qué tiene puesto?
- ¿Se cuida las manos?
- ¿Cómo es su cartera?
- ¿Está maquillada?.
- ¿Usa joyas o bijouterie?
- ¿Está escuchando música?
- ¿Qué perfume usa?
- ¿Consulta el celular?
- ¿Cómo es su tono de voz?
- ¿Y sus gestos?
Esta persona construida en tu imaginación es a quien dirigirte en tus textos. No sientas que estás haciendo algo mal si este personaje se te parece. Específicamente para las creativas, su lectora ideal se les parece: es su alter ego. Su otro yo en un momento previo de la vida.
Pero atención: similitud no es identidad. Que se te parezca no significa que ambas compartan el mismo mapa, porque cada "mapa" es único y está constituido por sus experiencias, emociones y la particular forma en la que percibe el mundo que le rodea.
Cada vez que redactes un post, una newsletter o una campaña publicitaria, volverías a la imagen que definiste emocionalmente durante este post. Tu retrato tiene nombre, edad, profesión y pasiones que no siempre se anima a expresar públicamente. Por eso, las blogueras que tienen definido este personaje ideal logran el mágico efecto de la empatía.
El objetivo para para tu blog no son millones de visitas -que si llegan está genial- sino que tu lectora conecte contigo y establezca un vínculo por el cual puedas ayudarla a resolver sus dudas, con productos o servicios. Lo maravilloso de un blog desmesurado es que tu propósito y tu trabajo convergen.El mejor espacio de crecimiento profesional para tu blog es aquel en el que te sientas cómoda compartiendo, porque te asisten el deseo, la capacidad y es posible entablar un diálogo franco con una lectora. No cualquier lectora. No todas las lectoras. "Esa" lectora. Convergencia y síntesis.
¿Dónde te encuentro corazón?
Estás convencida de que definir de forma ultra-específica a tu lectora es tu primer movimiento en la creación de un blog. Es más, luego de hacer el ejercicio la percibiste con todos los sentidos. Pero... Siempre parece existir un gran "pero": ¿dónde encontrarla?
Realizo una observación: si está muy bien definida, dónde encontrarla no es una duda. Porque lo que le gusta no es un secreto. Cuáles son sus blogs preferidos y a cuáles no dedicaría ni medio minuto. Por eso comparto esta última idea: permití que te encuentre.