El storytelling está en el origen de todo proyecto personal.  No se trata de validar, crear y sostener un negocio y entonces, recién en ese momento, preocuparte por aprender a contar para conectar.

Todo lo contrario. Para convertir (transformar lectores en clientes) es necesario conectar contando historias. O mejorar la forma de contar para comunicar tu propósito, expresar el valor de tu propuesta y finalmente, venderlo porque también es una forma de comunicar un valor.

Creyendo en el poder que tienen los relatos empezamos a construir nuestro proyecto personal. Comparto contigo tres aspectos esenciales a cuenta antes de comenzar a escribir tu propio relato:

1- Apostar a la complejidad.

2- Simplificar la forma contar tu historia.

3- Utilizar la estrategia EEM (Emoción. Experiencia. Memoria)

Veamos cada uno de ellos para que hoy mismo, comiences a construir tu propia historia.

Las historias personales son complejas, vacilantes, contradictorias. Tienen aristas filosas y curvas suaves. ¿Por qué ocultarlas? ¿Por qué anular las contradicciones cuando todo en nuestro universo tiende a la dualidad? Mi propuesta es que apuestes a contar desde la autenticidad de tu historia personal, transformando en relato tu experiencia porque es lo que enriquece la vida de otras personas y hace único tu proyecto.

Complicarte pensando en una versión sofisticada de tu propia historia es uno de los engaños de tu impostora (sí: esa que dice que no vas a poder). Las historias que emocionan están contadas de la forma más simple que puedas imaginar. El foco no está en el uso poético del lenguaje sino en el mensaje. Lo esencial es que tengas un propósito, que seas la primera enamorada de tu proyecto personal para luego, contagiar a otros de este flujo de energía que solo las palabras pueden trasmitir.

Cada uno de tus textos tiene que expresar una experiencia y crear memoria. Tu percepción del mundo es tan importantes como la de quien te escucha. Pensar en tus emociones y necesidades no debería anular tu perspectiva de los anhelos del lector.

Cuando conectes con las emociones de quien escucha, tu marca enamora. En ese momento, estás creando experiencia. Y las experiencias forjan la memoria. Cuando tu relato se transforma en impronta en la mente del lector vender tus ideas o tus productos y servicios no es un ejercicio de tracción sino de transformación, en el que alguien más encuentra su forma de crear relato.

Si tu corazón está gritando ¡Yo quiero! Entonces ¡despabilate! Por formar parte de mi comunidad es posible acceder al curso para escribir un blog desmesurado. Ahora, contame, ¿de qué forma conectás con tus lectores?